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Ayudas ortopedicas para perros

Las nuevas ayudas técnicas y ortopédicas para perros se utilizan en una gran variedad de casos. Estas aumentan la movilidad de los canes proporcionando el soporte necesario para mantener la actividad diaria. Los perros necesitan hacer ejercicio para mantener su bienestar físico y emocional. Si un perro es incapaz de hacer ejercicio, puede desarrollar problemas como enfermedades del corazón, obesidad, alteraciones óseas, atrofia muscular y problemas emocionales como agresividad o ansiedad.

Casos aplicables

Las ayudas técnicas pueden ser utilizadas para esguinces, debilidad muscular, artritis, displasia de cadera, rehabilitación post-operatoria, cojera, debilidad o dolor en las articulaciones que acaban generando un problema de movilidad. Las ayudas técnicas deben permitir al perro realizar sus actividades cuotidianas, pero también deben ser cómodas y ofrecer protección contra irritaciones y úlceras en la piel del perro por eso es importante que sean realizadas por especialistas. Enumeramos las más frecuentes:

Rodilla

Protector de rodilla canina

Los protectores de rodilla se utilizan normalmente después de la cirugía para la rehabilitación del ligamento cruzado anterior (LCA), luxación de rótula, ligamento colateral medial (LCM), ligamento colateral lateral (LCL) o ligamentos cruzados posteriores (PCL). Las rodilleras proporcionan apoyo y estabilidad, previenen la pérdida de músculo durante el período de recuperación y reducen el riesgo de nuevas lesiones. Los protectores de rodilla también se suelen utilizar en casos en los que la cirugía no se llega a realizar.

Tarso y Carpo

Protector de tarsoSoporte para carpo

 

 

 

 

 

 

Los protectores de tarso están indicados, en casos de artrosis pero también para rehabilitación postquirúrgica o lesión en el tendón de Aquiles, daños en nervios de la extremidad trasera o del pié y rehabilitación de la articulación del corvejón. También pueden ser utilizados como apoyo a largo plazo en condiciones no quirúrgicas. Un protector de tarso o corvejón estabiliza el hueso de la pierna trasera, así como los músculos y los tendones de la extremidad y la rodilla. Funciona de manera similar a una rodillera en humanos, permitiendo que el perro se mueva sin forzar la articulación. También evita que el can vuelva a lesionarse la articulación o ligamentos afectados.

Codos

Protector de codo canino

 

Un protector de codo se utiliza para apoyar la articulación del codo después de una cirugía o para reducir el dolor de la artritis, enfermedades degenerativas de las articulaciones u otras condiciones similares. Proporciona control en el movimiento lateral mientras que permite la extensión y flexión normal a la vez que trata y protege higromas y callos.

 

Soporte de cadera caninoCadera

Un soporte de cadera sujeta y aumenta la temperatura de la espalda baja y la cadera del perro. Fabricado en neopreno especial, rodea la espalda baja, cadera y la pierna superior y se sujeta gracias a un arnés tipo romano. Los soportes de cadera son de uso general para los perros con displasia de cadera de leve a moderada y artrosis localizada.

Hombros

Ortesis de codo canina

La inestabilidad del hombro medial (MSI) es una de las causas de cojera en las patas delanteras. Un soporte especial permitiría apoyar el hombro, lo que limitaría la extensión, flexión y abducción, permitiendo que el perro soporte su peso. Estas ayudas se pueden utilizar tras la cirugía o como tratamiento no quirúrgico pero también de forma preventiva.

protector rodilla para perro

La artrosis canina es una enfermedad muy frecuente en los perros. Aparece como resultado de la evolución inevitable de una articulación que envejece o se hace cada vez más frágil debido a un traumatismo o a una malformación. Se trata de una afección muy dolorosa que debe ser tratada de inmediato. Puede afectar a todas las articulaciones del cuerpo, tanto a las que encontramos en las extremidades anteriores y posteriores, como las que forman la columna vertebral. En el caso de los perros senior, lo más común es que este trastorno afecte a varias articulaciones a la vez.

protector rodilla para perroLa superficie articular esta cubierta por un tejido llamado cartílago, que desempeña un papel muy similar a los amortiguadores que encontramos en los automóviles. Además, impide que el hueso subyacente se deteriore debido al frotamiento repetido al que se ve sometido por el continuo movimiento. La artrosis se caracteriza por una destrucción progresiva de este cartílago y por una proliferación ósea anormal en el borde de las superficies articulares conocido como osteofito, también llamados ‘picos de loro’ cuando están ubicados en la columna vertebral. Las articulaciones afectadas pierden elasticidad, provocan dolor e impiden que el animal se mueva con normalidad.

Evolución del deterioro
Por regla general, esta dolencia afecta, en primer lugar, a las articulaciones altas de los miembros: caderas y rodillas, hombros y codos. Los síntomas son más o menos importantes en función del número de articulaciones afectadas. Sin embargo, existe un signo inequívoco que nos hace intuir que el animal está afectado. La cojera suele manifestarse cuando el perro se levanta y se pone en marcha después de permanecer durante mucho tiempo inmóvil.

El dolor incita al animal a evitar el apoyo sobre el miembro afectado y, al verse impedido, deja de correr, y por supuesto, de saltar. Conforme va evolucionando, el dolor aumenta. Al efectuar determinados movimientos, el perro emite pequeños gemidos, incluso es posible que el animal se muestre irascible y tienda a presentar agresividad cuando intentamos manipular la articulación afectada.

En los casos más avanzados, es posible que la articulación quede bloqueada parcialmente, con lo que resulte imposible realizar determinados movimientos. Llegados a este punto, el animal duda a la hora de utilizar la extremidad enferma. Además, esta falta de actividad conlleva un deterioro importante de la musculatura que rodea a la articulación. Como consecuencia, la zona enferma empieza a atrofiarse, con lo que cada vez se complica más su utilización.

Dos tipos fundamentales
Por regla general distinguimos dos tipos de artrosis: la primaria y la secundaria. El primer tipo suele afectar a los animales de edad avanzada y aparece debido al envejecimiento normal que sufren las articulaciones debido al paso del tiempo. De hecho, se trata de un desgaste progresivo e inevitable de los cartílagos articulares. Habitualmente, esta clase de artrosis afecta a diferentes puntos al mismo tiempo.

En lo que respecta a la artrosis canina secundaria, aparece como consecuencia de un factor desencadenante, que hace que la articulación afectada deje de funcionar con normalidad. Por ejemplo, este tipo de artrosis puede aparecer con motivo de un traumatismo -un esguince, una fractura, etc.- o debido a una malformación de nacimiento, como puede ser la displasia de cadera.

Otra causa muy común que provoca la aparición de artrosis secundaria es la obesidad. Si no controlas la alimentación tu amigo puede llegar a tener un peso muy por encima de la media que encontramos en la raza. Las articulaciones no están hechas para sostener una sobrecarga de kilos tan importante, con lo que se deterioran con facilidad. Al contrario de lo que ocurre con la artrosis primaria, la secundaria puede afectar a animales de todas las edades y, por norma general, suele afectar exclusivamente a una articulación.

Emitir un diagnóstico
El diagnóstico de esta enfermedad puede basarse en tres factores: los antecedentes patológicos del animal, el examen de la marcha y la manipulación. A la hora de estudiar el historial, el veterinario deberá tener en cuenta antiguas fracturas articulares, lesiones que el animal haya sufrido hace tiempo, así como posibles esguinces. Al observar la marcha se fijará en si el perro cojea, aunque sea sólo muy levemente y de forma incipiente, ya que la cojera es un síntoma inequívoco de la enfermedad. Finalmente, al manipular la zona afectada es muy posible que el animal de muestras de dolor.

Con frecuencia, la región en la que se encuentra la articulación enferma suele estar algo deformada debido a los osteofitos y a la atrofia muscular que provoca la ausencia de actividad física. Muchas veces se detecta un chasquido característico cuando la movemos. A través del estudio radiológico, el especialista en salud animal podrá determinar la gravedad de la artrosis e instaurar el tratamiento más adecuado. De entre los tratamientos posibles destaca la aparición de soportes especializados para algunas extremidades que pueden combatir de una manera eficaz el deterioro de la calidad de vida del animal. La utilización de estos soportes es efectiva y ha demostrado en paises como los EUA ser tratamientos tan innovadores como exitosos, no obstante deberá consultarse su utilización con el veterinario o fisioterapeuta animal.

Equipo Ortocanis

Científicos británicos lograron revertir parálisis en perros inyectándolos con células extraídas del recubrimiento de su propia nariz.

Todos los animales en el estudio habían sufrido lesiones de la médula espinal que les impedían el uso de sus patas traseras.

Los investigadores de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, se muestran cautelosamente optimistas de que la técnica pueda eventualmente jugar un papel en el tratamiento de pacientes humanos.

El estudio, financiado por el Consejo de Investigación Médica (MRC) y publicado en la revista de neurología,Brain, es el primero que prueba el trasplante en heridas de «la vida real» y no en animales de laboratorio.

Los científicos extranjeros del recubrimiento de la nariz de los animales las llamadas células de la glía envolvente olfatoria (OEC).

CÉLULAS DE LA GLÍA ENVOLVENTE OLFATORIA

La única parte del organismo donde continúan creciendo fibras nerviosas en adultos es en el sistema olfatorio.

Las células envolventes de la glía olfatoria (OEC) se encuentran en la parte posterior de la cavidad nasal y rodean las neuronas receptoras que nos permiten oler y convertir esas señales en el cerebro.

Las células nerviosas necesitan reemplazarse constantemente y esto es promovido por las OEC.

Durante décadas los científicos han pesnado que las OEC podrían ser útiles en la reparación de la médula espinal. Los ensayos iniciales con OEC en humanos sugieren que el procedimiento es seguro.

Éstas fueron cultivadas y reproducidas durante varias semanas en el laboratorio.

De los 34 perros mascota que participaron en el ensayo de prueba de concepto, 23 recibieron trasplantes de estas células en el lugar de la lesión y el resto recibió una inyección con un fluido neutral.

Muchos de los perros que habían recibido el trasplante mostraron considerable mejora y fueron capaces de caminar en una máquina de ejercicio con el apoyo de un arnés.

Ninguno de los animales en el grupo de control logró volver a utilizar sus patas traseras.

Cautela y optimismo

La investigación fue una colaboración entre el Centro de Medicina Regenerativa del MRC y la Escuela de Veterinaria de la Universidad de Cambridge.

El profesor Robin Franklin, biólogo regenerativo del Instituto de Células Madre del MRC y el Wellcome Trust y uno de los autores del informe, expresa que: «nuestros hallazgos son extremadamente emocionantes porque muestran por primera vez que trasplantar estos tipos de células en una médula espinal severamente dañada puede traer una mejora significativa».

«Tenemos esperanzas de que esta técnica pueda lograr restaurar por lo menos una pequeña cantidad de movimiento en pacientes humanos con lesiones de la médula espinal pero eso es algo muy lejano al hecho de que podrían lograr recuperar todas sus funciones perdidas».

El profesor Franklin afirma que el procedimiento podría ser utilizado junto con tratamientos farmacológicos para promover la regeneración de fibra nerviosa y bioingeniería para sustituir las redes neurales dañadas.

Nariz
Los animales recibieron un trasplante de células olfatorias.

Los investigadores afirman que las células trasplantadas regeneraron fibras nerviosas en toda la región dañada de la médula espinal.

Esto permitió a los perros recuperar el uso de sus patas traseras y coordinar movimientos en sus patas delanteras.

Pero no se desarrollaron nuevas conexiones nerviosas de larga distancia como las que se requieren para conectar al cerebro con la médula espinal.

Según los científicos del MRC en humanos esto sería vital para un paciente con lesión en la médula espinal que ha perdido la función sexual e intestinal y el control de la vejiga.

El profesor Goeffrey Raisman, presidente de Regeneración Neural de la Universidad de Londres, quien descubrió las células de la glía envolvente olfatoria en 1985, expresa que «esto no es una cura para lesiones de médula espinal en humanos, lo cual puede todavía ser algo muy lejano».

«Esto no es una cura para lesiones de médula espinal en humanos, lo cual puede todavía ser algo muy lejano. Pero éste es el avance más alentador en varios años y es un paso significativo en el trayecto para lograrlo»

Prof. Goeffrey Raisman

 

«Pero éste es el avance más alentador en varios años y es un paso significativo en el trayecto para lograrlo».

El experto afirma que los beneficios clínicos todavía son limitados: «este procedimiento ha permitido a un perro lesionado que camine con sus patas traseras, pero la gama de funciones mucho más elevadas que se pierden con una lesión espinal, como las de la mano, función de la vejiga, regulación de la temperatura, por ejemplo, son más complicadas y todavía muy lejanas».

Jasper, un perro salchicha de 10 años, es uno de los animales que tomó parte en el ensayo.

Si dueña May Hay me dijo que «antes del tratamiento teníamos que transportar a Jasper en un carro porque sus patas traseras eran inútiles. Ahora anda por toda la casa y el jardín y puede seguir el ritmo de otros perros. Es maravilloso».

Fuente: BBC

La displasia de codo es una enfermedad degenerativa muy frecuente en perros jóvenes. El codo de los perros es una de las articulaciones más congruentes y estables del cuerpo, permitiendo, por su complejidad, dos ejes o grados de movimiento supinación-pronación del antebrazo y, flexión-extensión. Su complejidad viene dada por su composición: articulación humeroradial, humeroulnar y,  radioulnar proximal.

En un principio la displasia de codo era utilizada para describir la no unión del proceso ancóneo (UPA). Actualmente, la osteocondritis disecante (OCD) del cóndilo medial del humero, el fragmento del proceso coronoide (FPC) y, la incongruencia del codo (INC) también se engloban dentro de este término. Cuando en un codo se produce uno de estos defectos de osificación, se origina una inflamación y con el tiempo se desencadena una artrosis en la que se produce la degeneración del cartílago; por ese motivo, todas estas condiciones están comúnmente asociadas a la osteoatrosis de esta articulación y son causa importante de dolor y claudicación de los miembros anteriores en perros de raza grande y gigante como el Pastor alemán, Labrador, San Bernardo, Rottweiler, Mastin Napolitano, entre otras.

De origen genético multifactorial, especialmente en la OCD y en la FPC. Afecta más a los machos que a las hembras y se puede dar de forma uni o bilateral. El componente genético es el que tiene mayor influencia aunque, la aparición de esta patología puede darse también por la alimentación, peso, ambiente, calidad de los ligamentos, mucho ejercicio físico o traumatismos.

Los primeros síntomas pueden darse a los 4-5 meses cuando el perro muestra intolerancia al ejercicio, cojera al iniciar un movimiento o después de un ejercicio prolongado. Hay perros que no dan señales de afección en el codo hasta edades avanzadas donde el proceso de artrosis se encuentra muy evolucionado. Otros consiguen mantener un grado normal de actividad durante toda su vida.

El hecho de realizar un diagnostico radiológico prematuro hace que se pueda instaurar un tratamiento adecuado  y  evita  la formación de artrosis que produce  dolor y limitación funcional del codo durante toda la vida del animal. El diagnostico se puede complementar con pruebas diagnosticas como el TAC o la RNM

La evolución depende del grado y tipo de lesión, pero, generalmente es desfavorable sin cirugía. El tratamiento quirúrgico da buen resultado si aun no se han producido cambios degenerativos en la articulación. En cualquiera de los casos es necesario realizar una buena rehabilitación con el fin de:

  •  Acelerar el proceso de recuperación
  •  Eliminar dolor y inflamación
  • Disminuir la cojera
  •  Mantener y/o mejorar la amplitud de movimiento
  •  Mantener tono, masa y fuerza muscular
  •  Minimizar o enlentecer los efectos de la degeneración articular – artrosis
  •  Evitar compensaciones a nivel del cuello, columna y extremidades
  •  Dar las máximas capacidades para que el animal sea funcional y que este, con una  buena calidad de vida

El tratamiento de Fisioterapia varía en función del animal y del estado de la lesión. Es importante empezar lo antes posible con el tratamiento para que este sea efectivo y, para evitar séquelas como movilidad reducida y/o dolor crónico.

El  animal pasa por diferentes fases hasta su total recuperación.  Es imprescindible conseguir de forma gradual los objetivos marcados. Se da por finalizado el proceso de recuperación cuando el animal es apto para realizar las actividades diarias.

Durante los tres primero días después de la intervención, es importante actuar sobre la inflamación y el dolor y, evitar que aparezca la atrofia muscular y la  disminución del arco articular. Para ello se utilizan técnicas pasivas que reducen la inflamación,  producen analgesia y ayudan a mantener el tono, la masa y el arco de movilidad. Entre estas técnicas hay la  electroterapia (TENS segmental y Electroestimulación muscular), masajes, movilizaciones pasivas y crioterapia (frío).

En perros mayores o perro que no han sido intervenidos los objetivos serán los mismos que en animales que han pasado por una intervención. Es importante eliminar el dolor ya que, con dolor no se puede trabajar.

Es importante des del principio masajear y mover el codo afectado siempre y cuando no haya contraindicación veterinaria y, respetando en el caso de fijación, el periodo de cicatrización y unión de las partes fijadas. El hecho de masajear y mover la zona y la extremidad afectada ayuda a mantener la movilidad, evita la pérdida de masa y tono y trabaja los propioceptores.

 

Una movilización suave combinada con diferentes técnicas de masajes ayudan a disminuir la inflamación y reducir el dolor.

Con el TENS a nivel segmental podemos producir analgesia y disminuir la cantidad de fármacos administrados. Hay animales que tienen intolerancia a ciertos fármacos que producen analgesia y con el TENS se le puede reducir el dolor. El TENS, también se puede usar directamente sobre la zona lesionada o intervenida, siempre i cuando no haya material de osteosíntesis debajo, ya que se podría producirse una quemadura interna.

La Electroestimulación muscular ayuda a prevenir la aparición de la atrofia y a mantener masa y tono muscular. Con los estímulos eléctricos podemos estimular la conducción nerviosa.

Al inicio y al final de la sesión se usa el frío ya que tiene propiedades que actúan sobre la disminución de la respuesta inflamatoria, edema y dolor.

A partir del cuarto día y durante las siguientes dos semanas cuando la inflamación y el dolor han desaparecido es momento de introducir ejercicios activos simples como dar la mano o pequeños paseos con correa para obligar a que el animal haga un apoyo igual con las cuatro extremidades y así, evitar que aparezca una descompensación entre extremidades por no tener un correcto apoyo en el suelo. Los paseos es un ejercicio que se va incrementando la duración hasta la total recuperación.

Una vez se han sacado los puntos se puede introducir el animal en el agua. Se aprovechan las ventajas del agua para mejorar la recuperación. La hidroterapia (underwater treadmill) facilita la estación del animal sin pérdida del equilibrio y, gracias a la flotación, sin tener que soportar todo su peso. Además la flotación permite trabajar animales con dolor óseo y con poca masa muscular. La presión del agua ejercida sobre el cuerpo del animal incrementa la sensibilidad y disminuye inflamaciones y edemas. El trabajo en el agua, cintas subacuática o nataciónse va incrementando a medida que el animal se va recuperando. Además, con el agua, podemos recuperar el patrón motor, aumentar masa, tono y fuerza, trabajar capacidad respiratoria y mantener y/o mejorar movilidad.

Una vez pasada la fase aguda 48-72 horas y sin riesgo de infección ni inflamación, se puede introducir calor que ayuda a elastificar los tejidos, disminuye el dolor y aumenta la vascularización entre otros.

El uso de tablas, platos, pelotas y camas elásticas son importantes para trabajar el equilibrio, la propiocepción y sobretodo la integración de la extremidad afectada.

Es ya en la última fase, a partir de las dos semanas, cuando el perro tiene integrado el patrón de marcha,  se realizan ejercicios para mejorar la calidad del movimiento. Son ejercicios activos más complejos para integrar la extremidad o extremidades afectadas. Con los ejercicios activos y de propiocepción se consigue aumentar el tono, la masa y la fuerza muscular; se trabaja la coordinación y el equilibrio y,  la amplitud de movimiento. Se usan carriles con diferentes superficies, conos, barras, circuitos, subir y bajar escaleras y rampas (escalera con plano inclinado).

Durante todo el tratamiento de recuperación y en animales con artrosis desarrollada es imprescindible disminuir el peso sobre las articulaciones de los codos. Para ello se utilizan arneses especiales de soporte para codos. Además de disminuir el peso, se reduce el dolor y no dificulta el movimiento, el animal se siente más confortable; la articulación está protegida en todo momento de rozaduras y golpes y, ayuda a mantener el propio calor que desprende el animal, lo que conlleva a un alivio de la zona afectada.

En casa se deben tener unos cuidados especiales para los animales que sufren afecciones en los codos.  Estos cuidados son necesarios durante y después del tratamiento:

  • Evitar suelos resbaladizos
  • Evitar rampas y escaleras en los inicios del tratamiento en animales operados y en animales que hagan tratamiento conservador. Una vez rehabilitados se pueden usar rampas para ayudar a subir al sofá y al coche, ya que, es recomendable que no lo hagan solos, podría haber una reincidencia.
  • Es recomendable que descansen sobre superficies blandas y limpias, pero que sean lo suficientemente firmes para ayudar a la incorporación del animal colchón térmico para perros
  • Mantener piel limpia y seca la piel
  • Usar platos especiales a su altura para no forzar las articulaciones de los codos
  • Dieta correcta y control del peso. El sobrepeso perjudica las articulaciones y genera más dolor para el animal

Es muy importante crearles una rutina de ejercicios y entorno para ayudar a mantener el animal confortable y con calidad de vida.

Equipo Ortocanis

 1. ¿Qué es la displasia de cadera?

Es una de las enfermedades más frecuentes en perros, sobre todo de razas grandes.

 

2. ¿En qué consiste la enfermedad?

En un desajuste entre la cabeza del fémur y el acetábulo, es decir un mal engranaje de la articulación de la cadera. La cabeza femoral queda parcialmente fuera del acetábulo y la cadera no puede trabajar correctamente.

  3. ¿Afecta más a unas razas que a otras?

Sí, la displasia de cadera prácticamente no existe en Galgos y sin embargo es muy frecuente en San Bernardo y Mastines. También es bastante común en el Pastor Alemán, el Golden Retriever y el Rottweiler entre otras razas.

 4. ¿Cómo saber la gravedad de la displasia?

Existen varios grados de displasia, pero también hay diferentes maneras de medirlo, la más común es una radiografía que debe hacerse a los perros cerca del año de vida. Esta radiografía debe realizarse en una posición muy concreta y con la musculatura relajada, por eso normalmente es necesario anestesiar al perro.

 5. ¿Cuáles son los síntomas?

Normalmente cojera en perros de 5 a 10 meses pero puede permanecer sin dar problemas durante la juventud y edad adulta y debutar con problemas importantes en el periodo geriátrico. El movimiento hacia los lados de las caderas puede ser también un indicativo de displasia de cadera.

 6. ¿Tiene algo que ver con la artrosis?

Son dos problemas distintos, pero la displasia de cadera, el desajuste de la articulación, puede provocar con el tiempo que esta articulación degenere y acabe padeciendo artrosis en la cadera. La artrosis es lo que duele, sobre todo en edad avanzada. La displasia puede ser en mayor medida la responsable que el perro haya desarrollado la artrosis.

 7. ¿Existe tratamiento?

Hay varios tratamientos, diversas cirugías antes del año de vida y otros métodos como la prótesis de cadera cuando el perro es mayor y ha terminado el crecimiento.

También tenemos tratamientos paliativos como los antiinflamatorios o los protectores de cartílago (condroprotectores). En casos muy graves se puede poner una silla de ruedas canina y el perro sigue andando pero sin soportar la carga de su peso.

Equipo Técnico de Ortocanis.com

Electroestimulación para la potenciación muscular

La electroestimulación es una herramienta muy útil para potenciar la musculatura de un perro que ha sufrido una lesión o intervención quirúrgica y como resultado tiene atrofia muscular.

Podemos utilizar corriente eléctrica para estimular la musculatura, potenciarla y hacerla trabajar, está especilamentet indicada en casos de atrofia muscular, y sobretodo en casos en que el perro no puede hacer trabajo activo. Si el perro puede hacer trabajo activo la electroterapia será un apoyo, nunca la principal fuente de trabajo.

Forma del impulso que utilizaremos será la Rectangular, bifásica simétrica los principales autores así lo indican: Thepaut Mathieu 1992, Kramer 1984, Bircan 2002

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Los apartatos de electroestimulación humana se pueden adaptar para electroestimular perros sin demasiados problemas, pero nos debemos asegurar que podemos variar las frecuencias, y sobretodo las amplitudes del impulso electrico para adaptarse bien a las características propias del perro.
No hay buenos estudios de Cronaxia en perros, los valores aproximados son de  0.3 humana, 0.2 Caballos y en perros por estudios de menos calado intuyen valores similares;
Sawaya – Meallier 2006, Brodart 1998, Coarasa 1999 , Ramon 2007
La Intensidad  según Hultaman 1983, y Ogino 2002 debe ser elevada con contracción visible, sin llegar al límite del dolor pero si de la molestia. El perro debe soportar de forma confortable la sesión pero la musculatura debe trabajar de forma intensa.

La frecuencia la marcaremos según el objetivo, diversos autores validan esta opción: Pougheon 1992, Busko 1989, Vanderthommen 2002.

Objectivo Frecuencia Tiempo tratamiento Tiempo reposo
Relajación: 5 Hz Continuo 0
Calentamiento: 5 Hz Continuo 0
“Endurance”: 10-20 Hz 9 2
Atrofia: 33 Hz 6 6
Fuerza: 50- 100 Hz 5 25
Fuerza explosiva: 100-200 Hz 3 30

Los parámetros pueden variar ligeramente atendiendo a casos individuales.
Tiempo de reposo se pueden ajustar si éste es activo, es recomendable el uso de rampas antes de la contracción muscular fuerte.
La intensidad siempre debe ser la máxima con relativo confort.
Tiempo total entre 10 y 30 minutos dependiendo de la fase de la lesión, fatigar la musculatura excesivamente no ayuda a potenciar la musculatura de forma correcta.

Es importate tener un aparato que cumpla con todos los requisitos, si este va a ser utilizado por un centro de rehabilitación canina u hospital veterinario se recomienda un apartato de sobremesa más profesional y con el podremos usar programas específicos para cada uno de nuestros pacientes.

El uso de electródos de goma y gel de contacto es igualmente recomendable en animales con pelo.

 

Equipo veterinario de Ortocanis

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