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adoptar a un perro discapacitado

Dicen que los perros son los mejores amigos del ser humano, y es muy probable que estén en lo cierto. Por eso, a la hora de buscar compañía no debemos fijarnos en la apariencia sino en las emociones, que van por dentro. Hoy queremos contarte algunas razones por las que adoptar a un perro discapacitado. Ya que por desgracia, suelen ser los grandes olvidados en perreras y albergues.

Qué significa adoptar a un perro discapacitado

Todo animal de compañía necesita unos cuidados. El bienestar animal no solo implica tener un espacio donde vivir y alimento disponible, sino que también debe incluir paseos adecuados a la raza del perro, así como cariño y juegos.

Adoptar a un perro discapacitado es, hay que decirlo, una gran responsabilidad. Además de las mismas necesidades básicas de todo perro, va a tener otras específicas. Y también, algunas como los paseos, tendrán ciertas particularidades.

adoptar a un perro discapacitado

No obstante, dicho esto, adoptar a un perro discapacitado es una decisión que, siempre que tengamos el tiempo y los recursos económicos, puede llegar a ser muy gratificante. Precisamente por sus limitaciones, este tipo de animales suelen ser más agradecidos y más afectuosos que aquellos que gozan de buena salud.

Tendemos a pensar que los animales no son inteligentes, pero es todo lo contrario. Ellos tienen la capacidad de percibir el amor y el cariño, y además son conscientes de cuando pueden suponer una carga. Si quieres tener un gesto solidario y adoptar a un perro discapacitado, te dejamos algunos motivos que te ayudarán a reafirmar tu decisión. Y si nunca lo habías pensado, quizás sea una oportunidad.

Motivos para adoptar a un perro discapacitado

Son muchas las razones para adoptar a un perro discapacitado. Aquí te dejamos algunas de ellas.

Tienen derecho a una vida digna

A nadie le gusta complicarse, pero es cierto que entre humanos tenemos una mayor tolerancia. Sin embargo, los perros, o los animales en general, no tienen a nadie que hable por ellos, por lo que tienden a ser los grandes olvidados de la sociedad.

Al adoptar a un perro discapacitado, le estamos dando una oportunidad que probablemente no habría tenido en su vida. Muchos de ellos, si llegan a la perrera, son sacrificados con rapidez. Cuando residen en albergues, aunque son atendidos, pueden no ver todas sus necesidades satisfechas, ya que los recursos son escasos en estos centros. Tener en casa a uno de estos perros hará sentir bien tanto al adoptante como al animal.

Nos van a querer mucho

Una de las razones por las que tenemos animales de compañía es precisamente esto, sentirnos acompañados. Por eso, adoptar a un perro discapacitado es una buena idea. Ellos sabrán todo lo que haces por ellos y te darán todo el amor que tienen dentro de sí.

Existen muchos productos para ayudarnos

En la actualidad, podemos encontrar en el mercado muchos productos destinados a mejorar la vida de estos animales. Por ejemplo, los arneses tienen diferentes diseños adaptados a los problemas de movilidad, la discapacidad o la parálisis. Gracias a ellos pasear o realizar cualquier desplazamiento será mucho más sencillo. Incluso es posible encontrar sillas de ruedas para perros.

Adoptar a un perro discapacitado es un reto y una responsabilidad a la vez. Pero si te ves capaz de aceptarlos no lo dudes. Ellos, más que nadie, te lo agradecerán.

La discapacidad motora en los perros suele llevar acarreadas otras patologías. Sobre todo, si los problemas los tienen en las patas traseras, lo que les provoca dificultades graves de movilidad. Esto les acarrea más problemas. Entre ellos están las úlceras por falta de movimiento y los problemas óseos por las posturas y desplazamientos forzados. Ambos problemas son visibles a simple vista, por lo que es habitual actuar sobre ellos con rapidez. Otros no son tan evidentes, como los problemas de esfínteres.

Para el primero hay que proporcionar cuidados especiales a la piel del animal. En el caso de los problemas óseos, una silla de ruedas adaptada es la solución. No sólo porque el animal podrá desplazarse con una normalidad casi total. También porque podrá mantener su postura natural. Así evitará deformaciones óseas y problemas de columna. Pero en el caso de los problemas del control de esfínteres, dado que no son tan evidentes, hay que tomar precauciones adicionales. ¿Qué se puede hacer para paliar los problemas que esto conlleva?

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Problemas de esfínteres en perros: higiene ante todo

Cuando un perro con problemas de movilidad no controla sus esfínteres, dejará entre otras cosas de controlar la orina. También las heces. Por tanto hay que evitar que sus patas traseras y la parte posterior de su columna estén en contacto con los excrementos. Será necesario, por tanto, extremar la higiene en estas zonas.

Muchos propietarios de perros les suelen colocar pañales para evitar escapes o problemas de higiene en casa. También puede funcionar el colocar empapadores en su cama para que recojan la orina. Si el perro es hembra, se le pueden colocar braguitas especiales lavables para evitar el goteo. Si es macho, una faja antigoteo especial.

Si el perro lleva pañales hay que quitárselos todos los días durante unas horas para evitar problemas en la piel por las zonas que cubre el pañal. Además hay que cambiárselos con cierta frecuencia. Generalmente, es bueno quitárselos cuando se les saca de paseo. Pero también hay que mantener muy limpias sus posaderas. Para ello, además de limpiarle con agua y jabón, se pueden utilizar toallitas húmedas o gasas empapadas en suero fisiológico.

Infecciones de orina

Cuando un perro no tiene movilidad en sus patas traseras puede sufrir enfermedades derivadas de su estado. Entre ellas, varias infecciones. De ellas, las más frecuentes son las de orina. Esto se debe a que, por falta de movilidad, su vejiga no llega a vaciarse por completo. Por lo tanto, siempre hay líquido retenido en su interior, lo que lleva a la infección.

Para evitar males mayores a los perros con parálisis, hay que estar atentos al aspecto de su orina. Si se aprecian en ella cambios de color o de olor, pueden ser indicios de una infección de orina. En estos casos es necesario, más que aconsejable, consultar con el veterinario para que examine al animal.

Será quien decida el tratamiento más adecuado para él. Incluso puede que decida vaciar su vejiga, un procedimiento delicado que únicamente deben llevar a cabo veterinarios. En casos de infecciones recurrentes, puede que aconseje un vaciado periódico de la vejiga para intentar reducir el número de infecciones.

Peque, el perro en ruedas

Peque, el perro en ruedas

El pasado 27 de abril me acerqué a la Fira de la Terra en el Parque de la Ciutadella, en el corazón de Barcelona.

Allí había quedado con mis amigos de Bichosraros y el Club de Kat, asociaciones  con las que colaboro y que cuidan de perros  y gatos discapacitados. Tuve el lujo de ver como crece su gran labor, y como cada vez son mas personas las que simpatizan con ellos. Cada asociación tiene docenas de protegidos, cada uno con una historia diferente, pero todos con un común denominador. Han encontrado su sitio.Perro con lesión de médula

Conocí de cerca a Toya y Peque, dos encantos que utilizan sillas de ruedas autoajustable. Toya es una perrita con una pata trasera paralizada y la otra amputada. Peque es un pequeño de año y medio, increíblemente afable, que sufrió una lesión en la columna que le dejó las patitas de atrás totalmente inmovilizadas. Ambos recogidos de la calle. Ambos salvados de un final terrible y con la suerte de tener los mejores cuidados. Os dejamos unas imágenes para que podáis verlos.
Toya en su silla de ruedas de Ortocanis.comPerro en silla de ruedas
Toya y peque, perros discapcitados en su silla de ruedas

 

Carritos y sillas de ruedas para perros¿Quieres verlos en marcha? mira este vídeo:

Toni Fernández

Ortocanis.com

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