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Los perros que sufren una operación tienen que pasar por un periodo de descanso y cuidados para volver a su vida normal. Por lo tanto, la recuperación de perros requiere cuidados especiales que en muchos casos dependen del tipo de operación que han sufrido.

Independientemente de esto, habrá que tener en cuenta una serie de pautas a seguir cuando el animal sale del veterinario y llega a casa. De esta manera estará más cómodo y su recuperación le resultará más llevadera

Rodillera para perro

Qué hacer para ayudar a la recuperación de perros tras una operación

Mientras el perro está todavía en la clínica veterinaria, conviene ir acomodando su zona de descanso de acuerdo a su estado. Es conveniente mantenerlo especialmente limpio y ventilado. Y lo más tranquilo posible para que el animal pueda estar relajado y sin sobresaltos.

Durante los primeros días, y en función de la gravedad de la operación, es conveniente que no haga mucho ejercicio. Sólo debe salir para hacer sus necesidades. Y en estos casos, no hay que dejarle que se aleje.

También hay que tener mucho cuidado de su herida, y evitar que se la lama. Aunque en muchos casos, que un perro se lama una herida es bueno, si esta tiene puntos no es aconsejable. Podría quitarlos antes de tiempo, y la herida se abriría. Así que, si el animal comienza a lamerse la herida de la operación, hay que hacer todo lo posible para evitarlo.

La manera más sencilla es colocarle un collar que rodee su cabeza, con forma de campana abierta. Este collar, de plástico transparente, impide que pueda hacerlo, y es molesto para el perro. Sin embargo, es la mejor manera de evitar problemas con las heridas.

También hay que recordar darle la medicación que le hayan prescrito. Y hacer que beba abundante líquido. Sobre todo, en las horas posteriores a la operación, para que expulse la anestesia.

Limpieza de la herida

Además de cierta medicación, el veterinario recomendará al propietario de los perros operados cómo hay que cuidar la herida. Sobre todo, cómo tiene que limpiarla para evitar infecciones.

En general, habrá que utilizar para ello una solución antiséptica dos o tres veces al día. Y vigilar con atención la herida para que no haya problemas. Por supuesto, ante cualquier alteración que presente, hay que acudir al veterinario para descartar problemas.

Ayudas externas en operaciones de extremidades

Las operaciones en las extremidades son algunas de las más molestas para los perros. No pocas, además, tardan bastante tiempo en curar. Y algunas incluso requieren rehabilitación específica para que el animal pueda recuperar la movilidad en ella. Siempre y cuando, claro está, que la herida ya esté completamente cerrada y cicatrizada.

En estos casos, el perro puede necesitar algún tipo de soporte o de protector no sólo para evitar hacerse daño. También para poder tener más firmeza en el uso de la pata afectada. Por ejemplo, en el caso de fracturas óseas, puede ser aconsejable ponerle una férula. O sencillamente, un protector o un soporte, que puede ser de rodilla, carpo, tarso, cadera, etc. Con ellos, el perro se sentirá más seguro a la hora de desplazarse.

como-curar-con-la-temperatura

La termoterapia es, a grandes rasgos, el tratamiento por medio de la temperatura. Es la fase más inicial e intuitiva de una rehabilitación; hasta tal punto, que todos a lo largo de nuestra vida lo hemos aplicado en alguna ocasión. ¿Quién no se ha hecho daño en el tobillo y al llegar a casa se ha puesto hielo? ¿O calor cuando nos duele la espalda?

El uso de calor o frío en estos casos se basa en las características de la inflamación. En fases iniciales (24-72h desde el traumatismo) lo indicado es poner frío. Así, al disminuir el aporte de sangre a la zona, limitamos el exudado y, por tanto, la inflamación. Después de las primeras horas, puede comenzarse con la aplicación del calor, para aumentar el flujo sanguíneo y la reorganización de la cicatriz.

En cuanto a la analgesia producida tanto por el calor como por el frío, existen diversas
soporte para perro con displasia de caderateorías, aunque la más aceptada es la teoría de la compuerta (gate control). Según esta teoría, las fibras que transmiten el calor y el frío son mucho más rápidas que las que transmiten el dolor, de tal modo que se inhibe la señal de dolor en favor de las de temperatura, presión… Es decir, “sobrecargamos” el sistema nervioso de información (en este caso de temperatura) para que el organismo no perciba el dolor, aunque la causa continúe. También se cree que la aplicación de calor aumenta la secreción de endorfinas.

Aquí tienes una artículo donde profundizamos algo más sobre la termoterapia, contraindicaciones o precauciones que debemos tener.

Guzmán Herrera

Fuente: Rehabilitación Veterinaria

Cama ortopédica para perros

Cada vez más, la fisioterapia y la rehabilitación se están estableciendo como uno de los pilares básicos en traumatología y neurología veterinarias.

Si bien un buen diagnóstico y  tratamiento quirúrgico o farmacológico son fundamentales, la rehabilitación puede realmente marcar la diferencia.

Las estructuras del sistema musculo-esquelético están relacionadas entre si estrechamente. La inactividad o mala función de una afecta gravemente a las otras.

Pelota-cacahuete RehabilitaciónPongamos un ejemplo frecuente: la displasia de cadera. Ésta se trata de una incongruencia de la articulación de la cadera, en la que se ven afectados hueso, cartílago, cápsula articular, líquido sinovial y ligamentos.

En el momento en el que el perro siente dolor, baja su actividad drásticamente. Esto provoca una pérdida de masa muscular alrededor de la articulación. A consecuencia de esto, la articulación irá quedando menos «abrazada» por los músculos, cada vez más débiles y con menos fuerza. Entonces la articulación quedará más inestable, provocando más artrosis (que a su vez aumentará el dolor, que hará bajar aún más la actividad del animal). Como veis, es un círculo vicioso del que parece muy difícil escapar. La clave está en volver a ejercitar esos músculos. Una posible solución es el uso de una silla de ruedas: éstas soportan la mayor parte del peso del animal, pero permitiéndole ejercitar las extremidades posteriores. Para casos muy avanzados en los que el animal ya no puede mover las extremidades, está la opción de la electroterapia, que nos permitirá efectuar movimientos pasivos de la musculatura. Incluso existen terminales de electroterapia para su uso doméstico.

Cuando nuestro perro tenga algún problema musculo-esquelético o nervioso, es muy importante que preguntemos al veterinario cuál es la actividad apropiada en cada etapa de la enfermedad.

Aquí os dejamos con un vídeo donde se demuestra la importancia (y las maravillosas consecuencias) de una rehabilitación suave y constante:

Material para rehabilitación veterinaria