No todas las cojeras en el perro tienen que ver directamente con el sistema músculo-esquelético. Hay otras causas, sobre todo hormonales e infecciosas. Este artículo va dirigido a la primera de ellas.

Una de las frases más significativas que escuchamos en las consultas es "parece como si mi perro se hubiese hecho mayor de golpe". Y es que hay dos enfermedades hormonales frecuentes, sobre todo en perros mayores, que cursan con cojera, debilidad, sobrepeso y problemas de piel y pelo, lo que le da a nuestro amigo un aspecto totalmente envejecido.

Aquí os dejamos unas pistas que os servirán para identificarlas y avisar a vuestro veterinario.

El Síndrome de Cushing en perros

También llamado hiperadrenocorticismo. Se trata de una enfermedad en la que el cuerpo produce más cortisol (la llamada "hormona del estrés") de lo que sería normal. Esta hormona se produce en las glándulas suprarenales, localizadas justo por encima de los riñones. Esto conlleva múltiples efectos sobre el cuerpo, pero los más fácilmente identificables por el propietario son:

  • Debilidad.
  • El perro anda con las patas posteriores estiradas y agarrotadas.
  • Pérdida de masa muscular en todo el cuerpo.
  • Dificultad respiratoria y/o jadeo excesivo.
  • Gran aumento en la ingesta de agua y por tanto en la orina.
  • Gran aumento del apetito.
  • Pérdida del pelo en los laterales del cuerpo e infecciones de piel en casos avanzados.
  • Abdomen "péndulo": se le llama así al aumento de la barriga debido a la pérdida de masa muscular en la zona, lo que provoca que ésta "caiga".

Este síndrome se suele diagnosticar definitivamente gracias a analíticas especiales y ecografía. El tratamiento suele ser con medicación, aunque en algunos casos se opta por la cirugía.

El Hipotiroidismo canino

Corrector propioceptivo para la cojeraEs una disminución en la producción de hormonas tiroideas, normalmente debida a alteraciones en la glándula tiroides. Sus síntomas son parecidos a los del Síndrome de Cushing, pero con algunas diferencias importantes:

  • Debilidad/cojera
  • Depresión
  • Intolerancia al frío
  • Aumento de peso con disminución del apetito
  • Falta de pelo en las zonas laterales del cuerpo, en el puente de la nariz y en la cola.

Para su diagnóstico normalmente es suficiente con una analítica sanguínea para determinar los niveles de hormona tiroidea en sangre. En la mayoría de los casos el tratamiento es sencillo: usamos hormona tiroidea sintética para sustituir la que el animal no es capaz de producir.

Existen infinidad de enfermedades metabólicas y hormonales que pueden afectar al funcionamiento de los músculos en el perro (la diabetes, sin ir más lejos, es un ejemplo), pero éstas dos son las más frecuentes y, paradójicamente, las más desconocidas por los propietarios.

Laura Pérez - Veterinaria de Ortocanis

www.ortocanis.com