Si tu perro se está recuperando de una enfermedad que requiere de un vendaje, férula o cabestrillo , el cuidado adecuado es imprescindible para su recuperación. Es mucho más probable que ocurran complicaciones en perros que no reciben el cuidado y la supervisión adecuada.
Las férulas, cabestrillos y vendajes pueden causar problemas graves en tu perro si:
- Le hacen daño
- Resbala con ellas
- Se tuercen
- Permanecen por mucho tiempo
- Se mojan
Las férulas, cabestrillos y vendajes deben mantenerse secos y limpios en todo momento. Si se humedecen, mojan o ensucian, es necesario remediar esto tan pronto como sea posible.
Cuando el animal sale al aire libre, se puede aplicar un revestimiento impermeable temporal en la venda, cabestrillo o férula para mantenerlo seco. La cubierta debe ser utilizada solo en períodos breves (no más de 60 minutos en una vez) y se retirará inmediatamente al volver a casa.
Si la cubierta permanece puesta durante más de 60 minutos , la humedad puede acumularse en el interior del revestimiento, lo que haría que el vendaje se humedeciera.
En general se recomienda que los perros permanezcan en casa tanto como sea posible mientras tienen un vendaje y se están rehabilitando. Un vendaje mojado puede causar rápidamente una infección en la piel. Cambia la venda lo antes posible.
Comprueba los dedos de los pies y el tejido en la parte inferior de la venda o férula por lo menos una vez al día . Si observas algún hinchazón el vendaje puede estar demasiado apretado o desplazado y necesita ser revisado de inmediato por un veterinario y probablemente ser reemplazado. En vendajes o férulas el hinchazón puede aparecer como una extensión aparte de los dedos de los pies . Compara con el otro pié para detectar diferencias.
Si el vendaje o férula parecen haberse deslizado o torcido, huelen mal o se han dañado por mordiscos, tu perro necesita una nueva.
Debes monitorear la piel cerca de los bordes de la venda, cabestrillo o férula para ver si se producen rozaduras , enrojecimiento o sarpullidos. Si alguno de estos problemas aparece, lleva a tu perro al veterinario lo antes posible.
La restricción de la actividad es por lo general una parte importante del proceso de curación, mientras tenga un vendaje. Restringe significativamente la actividad del can a menos que el veterinario te indique lo contrario. Esto incluye mantener a tu perro con correa en las salidas, si es demasiado activo el vendaje puede perder su función.
Evita suelos resbaladizos mientras los vendajes de las piernas, pies, espalda, cadera, cuello u hombros están en uso.
Lo mejor para el animal es evitar jugar con otros perros o con niños durante la rehabilitación.
Es imperativo trabajar de cerca con tu veterinario durante este período. Es mucho más probable que ocurran complicaciones en animales domésticos que no son vigilados cuidadosamente.
Revisar los vendajes generalmente cada 48 horas, desde que se colocaron. Revisar las férulas y cabestrillos cada 1-2 días , dependiendo de las necesidades del paciente.
PUNTOS IMPORTANTES :
Usa los medicamentos según las prescripciones médicas.
Asegúrate de seguir todas las instrucciones de restricción de la actividad de tu veterinario.
Vigila cuidadosamente cualquier férula, cabestrillo, vendaje, o las instrucciones post- quirúrgicas (estas pueden ser las diferencias entre una recuperación exitosa y más problemas).
Vigila tu perro con cuidado y realiza revisiones según las indicaciones de tu veterinario.

















Escribo estas líneas tras una larga conversación con el Doctor Alberto Palleroni, experto en psicología y neurología animal de la universidad de Harvard. Para que os hagáis una idea. El día del trágico accidente de Felix Rodríguez de la Fuente en su viaje a Alaska, Alberto viajaba con él en otro helicóptero. El perro y ser humano llevan mucho tiempo compartiendo caminos. Estos no siempre han sido en favor de la compañía, si no más bien de la necesidad de unos y otros. El lobo compartía la carroña que el humano dejaba de las grandes presas y el humano compartía la cacería de las pequeñas piezas cazadas por el lobo. Poco a poco nuestras especies se han adaptado de forma sorprendente. Juntos perseguíamos presas durante 160 kilómetros hasta darles caza. Biomecánicamente éramos prácticamente los únicos que podíamos estar preparados. Evolucionamos con ellos y gracias a ellos. Conquistamos el Ártico y el Medio Oriente gracias a su ayuda. Incluso Mahoma introdujo en el Corán un apunte sobre la importancia de los
El Saluki es el perro más evolucionado. De su pureza dependía nuestra supervivencia. Pueden correr a 80 kilómetros por hora durante unos 16 kilómetros cosa que ninguna presa era capaz de soportar por veloz que fuera. En los últimos 200 años, nuestro empeño por crear razas artificiales adaptadas únicamente a nuestras necesidades contemporáneas no ha sido un trato justo para tan viejo amigo. La mayoría de las patologías en la cadera de las razas de perros actuales es a causa de la variación artificial del ángulo de la rodilla. Lo que se conoce por un compañero de Alberto Palleroni, el Doctor Donald B. Slocum, líder reconocido mundialmente en ortopedia y uno de los padres de la medicina del deporte como una subespecialidad de la Ortopedia. Una de sus herencias son las conocidas placas Slocum utilizadas en cirugía ortopédica veterinaria a nivel global. El ángulo de la rodilla ha llegado a variar, en relación a la antigua raza Saluki, hasta 30 grados. Biomecánicamente esa variación es la que está causando estragos en las caderas de las razas actuales. Ojala encontremos entre todos, una forma de reconducir la profunda herida que hemos hecho en el ADN de nuestros 














