Consejos nutricionales para prevenir enfermedades en los perros

Algunas patologías en los perros se deben a malformaciones de nacimiento o a problemas asociados a una raza en particular. Sin embargo, con otras podemos reducir las probabilidades de que aparezcan si cuidamos la alimentación del animal. Con estos consejos nutricionales es posible mejorar el estado de salud general de los perros.

Las enfermedades en los perros

Tal y como nos sucede a los humanos, los perros o cualquier otro animal son susceptibles de enfermar. Los malos hábitos, como la falta de ejercicio, o una alimentación incompleta o inadecuada, pueden acelerar o propiciar la aparición de determinadas patologías.

Por ello, es conveniente prestar atención a estos consejos nutricionales. Ya que las necesidades de los perros difieren de la de los humanos. Así, evitaremos darles sustancias que puedan ser tóxicas para ellos, y al mismo tiempo nos aseguraremos de que obtienen todos los nutrientes para su correcto desarrollo.

Consejos nutricionales para prevenir enfermedades en los perros

Consejos nutricionales para reducir enfermedades

Ofrecer a nuestro amigo los aportes que necesita a través de la alimentación son una manera de alargar su vida. Estos sencillos consejos nutricionales te serán de gran ayuda si deseas mantener o mejorar su estado de salud.

Vitaminas y minerales

Las cantidades de vitaminas y minerales que necesitan los perros viene ya incluida en los alimentos específicos para ellos. No obstante, debemos saber elegir aquellos que son adecuados. Algunos piensos de baja calidad o marca blanca contienen principalmente subproductos animales. Por lo tanto, el aporte nutritivo no será el mismo que si elegimos alimentos de mejor gama.

Estos consejos nutricionales relacionados con las vitaminas son también similares a los recomendados para los humanos. Una dieta que se basa en la comida rápida o precocinada va a carecer de las vitaminas y minerales que tendría la verdura o el pescado fresco. En el caso de ser necesario, existen también complejos vitamínicos para perros. Las vitaminas A, C, D3 y E son especialmente importantes para ellos.

Ácidos grasos saludables

El segundo de los consejos nutricionales hace referencia a los ácidos grasos saludables. Si bien las grasas están relacionadas con los problemas de obesidad y la aparición de enfermedades, algunos tipos son imprescindibles para el buen funcionamiento del organismo.

Alimentos ricos en Omega 3, como las sardinas, el atún, el salmón o las espinacas son ricas en este y nos ayudan a prevenir enfermedades como los tumores. Podemos elegir piensos que contengan estos alimentos o suministrárselos de manera directa.

Bioflavonoides

Los bioflavonoides son un tipo de antioxidante de origen vegetal, y que por tanto se encuentra en las frutas y verduras. Gracias a sus propiedades previenen el envejecimiento prematuro y reducen el desarrollo de las células cancerígenas. El extracto de semilla de uva o de té verde y la quercitina son  algunos ejemplos.

Aminoácidos

El siguiente de los consejos nutricionales hace referencia a los aminoácidos como la melatonina o la arginina. Se trata también de antioxidantes que previenen la aparición de tumores. Los encontramos en la carne, el pescado, los huevos y los cereales. Cabe mencionar de nuevo la importancia de la calidad del pienso que elijamos. Si queremos que contengan estos aportes, es necesario que sean de buena calidad.

Seguir estos consejos nutricionales es muy sencillo. Basta con elegir alimentos que sean de calidad y ofrecer una dieta rica y variada, así como libre de aquellas sustancias que puedan ser tóxicas para ellos. Si queremos evitar o retrasar la aparición de enfermedades, debemos cuidar la alimentación.

 Desde el estado de California nos llega una noticia que da un vuelco dentro del mercado de la venta de animales.

Fábrica de cachorros

Con entrada en vigor el 1 de enero de 2019, la ley AB 485 prohíbe a las tiendas vender a perros, gatos y conejos que no vengan de un refugio. Cualquier negocio que viole esta ley se enfrentará a multas de 500 dólares. Quizás no es suficiente estricta pero es un buen inicio.
Nos gustaría que fuese el principio del fin de las llamadas “fábricas de cachorros”, negocios que se dedican a la cría de animales cuyo objetivo principal es obtener un beneficio económico. Las condiciones en las que viven los animales en este tipo de instalaciones son precarias y crueles.
Ley perro LucyEn Reino Unido se aprobó la “ley Lucy” una ley que prohibía la venta de cachorros en este tipo de establecimientos. El nombre la recibe en honor a una cachorra de raza Cavalier King Charles Spanier que fue rescatada en 2013 de una granja de cachorros. La pequeña pasó gran parte de su vida en una jaula que le impidió su correcto crecimiento, por lo cual sus caderas acabaron fusionándose causándole una complicada malformación. El caso conmocionó al Reino Unido gracias a una activista que logró salvar a Lucy y denunció el maltrato que reciben los animales en este tipo de empresas.
Somos conscientes de que los animales sólo se verán beneficiados si se prohíbe la venta de éstos, pero este es un pequeño gran paso para frenar a las fábricas de cachorros. Hay que concienciar a los compradores que lo que tienen entre manos es una vida y que la compra de animales de compañía en criaderos supone beneficiar económicamente a negocios que fomentan el maltrato animal.
Desde Ortocanis deseamos que más gobiernos sigan este claro ejemplo de respeto hacia los animales.
Sofía González
Botas para perros: para prevenir y curar lesiones

Seguro que en alguna ocasión has visto a algún perro con una especie de zapatos que le protegían las patas. No se trata de un capricho de su dueño para que el animal parezca que lleve zapatos. Seguro que hay un motivo para que lleve botas para perros. Una herida mal curada, una lesión en una almohadilla de la planta, etc.

Pero también pueden utilizarse a modo de prevención para evitar lesiones y enfermedades. Sobre todo cuando se lleva a un perro al monte o a dar un paseo por terrenos abruptos. O cuando hay bajas temperaturas, nieve o hielo. El uso de zapatos o botas para perros protege sus patas y evita problemas derivados de pisarlos.

Botas para perros: como ayuda en curación de lesiones

Cuando los perros sufren cierto tipo de lesiones, sienten dolor al apoyar la pata lastimada. Además, sobre todo si se trata de una herida causada por un objeto punzante, las almohadillas de la pata suelen quedar lastimadas. Por lo tanto, durante un cierto tiempo sienten dolor al pisar. Y las patas son más sensibles al pisar en ciertas superficies y pueden lastimarse de nuevo.

Botas para perros: para prevenir y curar lesiones

Si se protege la pata dañada con una bota, se evitarán muchas situaciones en las que pueda sufrir una herida de nuevo. Las botas pueden ser altas y bajas, de suela de caucho o con una de tipo vibram. En este último caso, le servirá para poder moverse con comodidad (y mejor agarre) por todo tipo de superficies.

Las botas están indicadas para perros que tienen algunos problemas de movilidad. En estos casos, tendrán que utilizar botas en todas sus patas. No les resultan incómodas y son fáciles de poner y quitar, así que son perfectas para ellos. Y al llevarlas, mejorará su nivel de agarre. Precisamente, los perros que tienen problemas de movilidad, debido sobre todo a la edad o a alguna lesión seria, suelen tener problemas de estabilidad. Y se resbalan.

Con las botas podrán agarrarse mejor, caminarán con más comodidad y evitarán caídas. En estos casos, las más recomendadas, sobre todo si se desplazan por superficies lisas, son las de suela de caucho.

Botas en superficies irregulares o con nieve

Las botas para perros también resultarán muy cómodas para el animal si se las ponemos en determinadas situaciones. Por ejemplo, para caminar por bosques o superficies irregulares. También para subidas al monte. O cuando hace mucho frío o nieva. Con ellas, sus patas no sufrirán por encontrarse piedras u otros elementos extraños. Tampoco por la acción del frío.

Las heladas y las nevadas dejan el suelo en unas condiciones que no son precisamente las más adecuadas para las patas de los perros. El frío al pisar sobre ellas pueden resecar sus almohadillas, que en no pocos casos pueden abrirse. Esto da lugar a heridas en sus patas, y a los consiguientes problemas de movilidad. Unas botas con suela de tipo vibram, tienen más agarre que las de caucho y son más apropiadas para la nieve. No obstante, pueden utilizarse en todo tipo de terrenos.

Causas de una cojera en los perros jóvenes

La cojera, aunque solemos relacionarla con perros de avanzada edad o que se acercan a ella, lo cierto es que puede aparecer a cualquier edad. No obstante, sí puede deberse a patologías concretas. Aquí os dejamos las causas de la cojera en los perros jóvenes.

Por qué aparece la cojera en los perros jóvenes

La cojera es un problema que se da en los perros con mucha frecuencia. El origen de esta podemos encontrarlo en los huesos, el cartílago, las articulaciones e incluso la cadera. Para determinar su causa, no solo habrá que atender a la edad del animal y su estilo de vida, sino que también tendremos que valor la presencia de ciertas patologías o enfermedades.

Aunque en muchos casos la causante puede ser la misma a cualquier edad, hoy vamos a hablar de las causas de la cojera en los perros jóvenes. No obstante, siempre que observemos problemas para caminar, es conveniente acudir al veterinario.

Causas de una cojera en los perros jóvenes

Panoesteitis canina

Esta enfermedad de tipo inflamatoria es una de las causantes de la cojera en los perros jóvenes. Su origen lo encontramos en los huesos, sobre todo el húmero. Se da principalmente en razas grandes y gigantes por el propio crecimiento.

Entre la sintomatología se observa debilidad y una cojera que puede afectar de manera alternativa a las dos piernas. Para el diagnóstico se realizará una radiografía que permitirá ver las partes afectadas en el interior del hueso. Suele desaparecer cuando el animal llega a la edad adulta, por lo que solo se administran antiinflamatorios.

Necrosis avascular en el fémur

Esta causa de la cojera en perros jóvenes también se da en los humanos. La cabeza del fémur va desapareciendo por razones que no son del todo conocidas. Afecta con mayor frecuencia a las razas de perros pequeños, aunque también en algunas grandes. Generalmente entre las cuatro y las seis semanas de vida.

Para diagnosticarla habrá que observar cojera en perros jóvenes con apoyo y un aumento progresivo del dolor. La rótula de esa pierna se elevará con respecto a su posición normal. Inicialmente podrá ser leve pero en uno o dos meses se intensificará. Una radiografía permite verificarla. El tratamiento es quirúrgico, y consiste en unir la tibia con una banda y clavos.

Osteodistrofia hipertrófica

La tercera causa de cojera en perros jóvenes viene por la alimentación. Los desequilibrios en la dieta hacen que se produzca una proliferación del hueso de carácter anormal. Las extremidades se inflaman y aparece también fiebre. Resulta muy dolorosa.

Para tratar esta cojera en perros jóvenes, que suelen ser de raza grande, se modifica la alimentación y se administran antiinflamatorios. Pueden pasar meses hasta que el problema se soluciona.

Osteocondritis dissecans

La causa de esta cojera en los perros jóvenes es una fisura en el cartílago de la articulación. Al perder el líquido que se encuentra en su interior, este toca el hueso y se produce la inflamación. Puede aparecer en la rodilla, el codo o el hombro, entre otros. Suele ser necesaria una intervención quirúrgica, además de utilizar protecciones, como los condroprotectores.

Luxación de la rótula

La última de las causas de la cojera en los perros jóvenes es la luxación. Tanto por un golpe como por genética, la rótula se desplaza de su sitio. Es más frecuente en las razas pequeñas y la sintomatología son saltos al andar. Palpando la articulación puede detectarse fácilmente. En función de la gravedad de la cojera en los perros jóvenes podrá requerirse cirugía. Si es leve, bastarán antiinflamatorios y condroprotectores.

Y hasta aquí las causas de la cojera en los perros jóvenes. Hay que recordar que los golpes, los accidentes o el exceso de actividad también pueden provocarla. En cualquier caso, el veterinario será quien podrá indicarnos el motivo y su tratamiento.

De un tiempo a esta parte, resulta cada vez más habitual encontrar por la calle perros con una especie de abrigo de un tejido similar al de una gabardina y cierto grosor. Se trata de un abrigo térmico. Con ellos, el animal mantiene caliente sus articulaciones y no pasa frío en invierno. Además, si llueve y el abrigo puede ser impermeable y tampoco se mojaran. De esta manera se reducen las probabilidades de que el animal sufra mayor dolor articular o se resfríe.

Eso sí, por muy populares que sean este tipo de protectores, no es recomendable que lo utilicen todas las razas de perro. En función de su tamaño, tipo de pelo y piel, los perros conservan más o menos el calor. Por lo tanto, una raza que conserve mejor el calor corporal no necesitará un protector a no ser que el clima en el que vive sea excepcionalmente frío, tenga una edad avanzada o sufra de artrosis o alguna otra dolencia articular. Por contra, si lo necesitarán los que pierdan rápidamente el calor interno, razas más típicas de climas cálidos o que sufren alguna dolencia articular.

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Perros que sí necesitan un abrigo en invierno

Los perros de pelo corto son mucho más propensos a perder calor corporal. También los de pelo largo pero fino. Por lo tanto, no sólo los perros de raza bóxerdálmatachihuahua, o los galgos, necesitan abrigos cuando hace frío. También los bichones malteses o los Shi-Tzu. De otra manera, es frecuente que el frío les afecte, y que incluso lleguen a temblar, contraer enfermedades respiratorias o agravar las dolencias en caso de perros de avanzada edad o con artrosis.

En estos casos, es recomendable ponerles un abrir término para salir a la calle cuando haga frío. Generalmente, hay infinidad de modelos disponibles en muchas tallas, para poder adaptarse al tamaño de cada animal. Incluso los hay diseñados específicamente para determinadas razascomo los galgos. Con ellos no sólo reducirán dolencias articulares si no que no pasarán frío, permanecerán secos cuando llueva y podrán disfrutar al máximo de los paseos en invierno.

También son cada vez más utilizados en perros que realizan deporte ya que abrigarles bien antes de una actividad física evitará lesiones y mejorará su rendimiento.

Razas que no necesitan abrigo térmico para perros

En general, los perros de gran tamaño que cuentan con piel gruesa y pelo largo de cierto grosor no precisan protección adicional para el frío. Son razas como el pastor alemán, el mastín, el husky o el alaskan malamute. Entre sus antepasados están los lobos, y su pelaje guarda todavía bastante parecido con ellos. Estas y otras razas suelen tener un pelaje duro. Incluso puntiagudo y recio. Es la capa de pelo que sobresale.

Debajo de ella hay otra cerca de la piel, compuesta por millones de pelos muy finos que se entrelazan unos con otros. De esta manera forman una capa que aísla la piel. Gracias a ella, el calor tarda más en escaparse de su cuerpo. También queda más aislado de las lluvias, y si el animal se moja, el agua no penetra tan fácilmente en su piel. Por lo tanto, no es necesario ponerles un abrigo térmico protector.

En estos casos, lo que hay que hacer para que los perros mantengan su calor corporal es cuidar adecuadamente su piel y su pelo. Al contrario que otras razas, no es necesario lavarlos con mucha frecuencia. De otra manera, se puede perjudicar su capa de protección. Lo que sí es necesario es cepillarlos con cierta frecuencia para eliminar suciedad y pelos sueltos que enreden el resto.

 

 

La discapacidad motora en los perros suele llevar acarreadas otras patologías. Sobre todo, si los problemas los tienen en las patas traseras, lo que les provoca dificultades graves de movilidad. Esto les acarrea más problemas. Entre ellos están las úlceras por falta de movimiento y los problemas óseos por las posturas y desplazamientos forzados. Ambos problemas son visibles a simple vista, por lo que es habitual actuar sobre ellos con rapidez. Otros no son tan evidentes, como los problemas de esfínteres.

Para el primero hay que proporcionar cuidados especiales a la piel del animal. En el caso de los problemas óseos, una silla de ruedas adaptada es la solución. No sólo porque el animal podrá desplazarse con una normalidad casi total. También porque podrá mantener su postura natural. Así evitará deformaciones óseas y problemas de columna. Pero en el caso de los problemas del control de esfínteres, dado que no son tan evidentes, hay que tomar precauciones adicionales. ¿Qué se puede hacer para paliar los problemas que esto conlleva?

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Problemas de esfínteres en perros: higiene ante todo

Cuando un perro con problemas de movilidad no controla sus esfínteres, dejará entre otras cosas de controlar la orina. También las heces. Por tanto hay que evitar que sus patas traseras y la parte posterior de su columna estén en contacto con los excrementos. Será necesario, por tanto, extremar la higiene en estas zonas.

Muchos propietarios de perros les suelen colocar pañales para evitar escapes o problemas de higiene en casa. También puede funcionar el colocar empapadores en su cama para que recojan la orina. Si el perro es hembra, se le pueden colocar braguitas especiales lavables para evitar el goteo. Si es macho, una faja antigoteo especial.

Si el perro lleva pañales hay que quitárselos todos los días durante unas horas para evitar problemas en la piel por las zonas que cubre el pañal. Además hay que cambiárselos con cierta frecuencia. Generalmente, es bueno quitárselos cuando se les saca de paseo. Pero también hay que mantener muy limpias sus posaderas. Para ello, además de limpiarle con agua y jabón, se pueden utilizar toallitas húmedas o gasas empapadas en suero fisiológico.

Infecciones de orina

Cuando un perro no tiene movilidad en sus patas traseras puede sufrir enfermedades derivadas de su estado. Entre ellas, varias infecciones. De ellas, las más frecuentes son las de orina. Esto se debe a que, por falta de movilidad, su vejiga no llega a vaciarse por completo. Por lo tanto, siempre hay líquido retenido en su interior, lo que lleva a la infección.

Para evitar males mayores a los perros con parálisis, hay que estar atentos al aspecto de su orina. Si se aprecian en ella cambios de color o de olor, pueden ser indicios de una infección de orina. En estos casos es necesario, más que aconsejable, consultar con el veterinario para que examine al animal.

Será quien decida el tratamiento más adecuado para él. Incluso puede que decida vaciar su vejiga, un procedimiento delicado que únicamente deben llevar a cabo veterinarios. En casos de infecciones recurrentes, puede que aconseje un vaciado periódico de la vejiga para intentar reducir el número de infecciones.

Cómo cuidar la piel de un perro discapacitado

La piel nos sirve de protección frente a agresiones externas, tanto a los humanos como al resto de animales. Cuando se trata de un perro cuya movilidad es reducida, esta tiende a sufrir más debido al roce continuo en determinadas zonas de su cuerpo. Para evitar que esta se dañe, vamos a conocer cómo podemos cuidar la piel de un perro discapacitado.

Cómo cuidar la piel de un perro discapacitado

Por qué se irrita la piel

Tanto si hablamos de perros con discapacidad como de uno que no lo es, la piel no solo les sirve para proteger su estructura interna, sino que también es el medio que tienen para relacionarse con aquello que les rodea.

Cuando pasamos mucho tiempo en una misma posición o hay algo que con regularidad nos roza en una zona concreta de la piel, pueden aparecer úlceras e irritación. Si no cuidamos la piel, estas heridas pueden agravarse, hasta el punto de dejar el hueso al descubierto e infectarse.

Para evitar que esto suceda, debemos aprender a cuidar la piel de un perro discapacitado. Se trata simplemente de aumentar las precauciones y prestarle atención a esta delicada parte del cuerpo. Aunque es resistente, también necesita protección.

Cómo podemos cuidar la piel de un perro discapacitado

Lo primero que debemos hacer para cuidar la piel de un perro discapacitado es protegerla. Este punto consiste en buscar aquellos elementos que no provoquen heridas en su cuerpo. En concreto, en aquellas partes que son más susceptibles de padecer heridas o ulceraciones, como son las caderas, los codos o los tobillos.

Los arnés que utilicemos deben llevar protecciones en su interior, de forma que la parte que quede en contacto con la piel sea acolchada y suave. En nuestra galería podéis ver cómo son estos tipos de arnés. En el caso de que ya exista una herida, debemos protegerla bien para evitar que alguna parte de ellos la roce.

Llevar las heridas abiertas es también un riesgo por otros motivos. Las moscas u otros insectos pueden depositar larvas, haciendo que la herida se infecte. En función de la discapacidad del perro, tendrá más problemas para ahuyentarlas. Si utilizamos pañales, debemos retirarlos el salir a la calle, así las heridas podrán respirar.

En segundo lugar, para cuidar la piel de un perro discapacitado debemos modificar su postura con regularidad. Las partes que más sobresalen ,y que ya mencionamos anteriormente, son más susceptibles de padecer heridas, por lo que debemos verificarlas con frecuencia. Además de utilizar cremas que ayuden a cicatrizar, podemos mover las extremidades del animal como parte de la fisioterapia en casa.

Por último, para cuidar la piel de un perro discapacitado debemos tener cuidado con el arrastre. Las patas sin movilidad siempre estarán apoyadas contra el suelo, y al desplazarse podrá causarles heridas. Además de utilizar abrigos protectores, podemos adquirir sillas de ruedas que le ayuden a desplazarse.

Cuidar la piel de un perro discapacitado no tiene por qué ser una tarea complicada. De igual modo en que hidratamos nuestra piel y evitamos dañarla, habrá que hacer con nuestro pequeño amigo. Y si tienes dudas, puedes contactarnos y te ayudaremos en lo que podamos.

Razones por las que un perro tiene problemas para caminar

Existen diversos factores por los que un perro puede tener problemas para caminar. A la hora de valorar una patología, debemos tener en cuenta, entre otras cosas, la edad del animal, ya que en algunas ocasiones, como en los perros ancianos, la razón principal puede ser la propia edad. Pero, ¿qué otras causas puede haber?

Causas de los problemas para caminar

En función del ritmo de vida que lleve nuestro perro, es posible que experimente algunos días dolores localizados. Tal y como nos sucede a las personas, el exceso de ejercicio puede ocasionar cansancio y debilidad. Esto hará que tengamos problemas para caminar.

Sin embargo, cuando los dolores se prolongan en el tiempo y la duración superar el par de días, nos conviene acudir al veterinario. Allí harán una valoración y procederán con el diagnóstico. Algunas de las causas más comunes por las que aparecen los problemas para caminar son las siguientes.

Razones por las que un perro tiene problemas para caminar

Lesiones

Además de una fractura no visible o un desgarro en los tendones, los problemas para caminar pueden deberse también a una lesión en la espalda o en la médula espinal. Esta suele aparecer por un traumatismo, un derrame cerebral o por daños en los discos.

Cuando la médula espinal o la columna de un perro se encuentra inflamada o con alguna lesión, las patas traseras pueden mostrar signos de debilidad o inestabilidad. Esto le provocará irremediablemente problemas para caminar. Si nuestro perro no ha sufrido ningún accidente pero se encuentra en esta situación, debemos acudir al veterinario lo antes posible.

Mielopatía degenerativa

Esta enfermedad es otra de las causas por las que un perro puede tener problemas para caminar. En especial en los perros adultos, las fibras que envían las señales al cerebro para la movilidad de las patas se van destruyendo. La causa es el propio deterioro de la médula espinal.

Los perros que padecen de mielopatía no experimentan dolor, pero la enfermedad afecta directamente a la movilidad. Las patas pierden fuerza y el animal no es capaz de caminar con normalidad ni de permanecer de pie por mucho tiempo. En la actualidad no existe cura para esta enfermedad, pero la fisioterapia y la medicina holística pueden aliviar la sintomatología.

Diabetes

Las hembras tienen más tendencia a sufrir diabetes, que también puede ocasionar problemas para caminar. Aunque algunas razas como los Golden, los Pastores alemanes o los Schnauzer son más propensos, puede afectar a cualquiera.

Para evitar la diabetes es conveniente no darle a los perros alimentos ricos en azúcares. Dado que son capaces de comerse cualquier cosa, es muy frecuente que muchos dueños compartan su comida. Pero no hay que olvidar que algunos alimentos aparentemente inofensivos y que además les gustan son tóxicos para ellos. Para determinar si la diabetes es la causa de los problemas para caminar basta una analítica.

Artrosis

La artritis y la artrosis son otras de las causas por las que los perros pueden tener problemas para caminar. Los perros adultos y de razas grandes suelen ser quienes más padecen de esta enfermedad. Suele afectar a las articulaciones de la cadera y de la rodilla, deteriorando las amortiguaciones y causando dolor.

Algunos medicamentos además de la fisioterapia pueden aliviar los síntomas. Así, nuestro amigo podrá mantener una calidad de vida óptima y reducir sus problemas para caminar.

Las causas de los problemas para caminar son amplias y variadas. En cualquier caso, si observamos que nuestro perro pasa más de dos días sin poder moverse con normalidad, lo más recomendable es acudir al veterinario. Cuanto antes detectemos el problema, antes podremos solucionarlo.

Ortocanis: Ayudas para perros con movilidad reducida

Las enfermedades de los perros adultos y su sintomatología

La vejez, si tenemos suerte, es algo que nos llega a todos por igual, tanto si somos humanos, perros, gatos o cualquier otra especie. Aunque cada una puede tener sus patologías particulares, lo cierto es que las enfermedades de los perros adultos son muchas veces similares a las nuestras. Te dejamos cuáles son y sus síntomas para que puedas detectar si están afectando a tu amigo.

Cuáles son las enfermedades de los perros adultos

Un perro es considerado adulto cuando alcanza los 8 años de edad. Cuando se trata de razas grandes, puede serlo incluso antes. En esta etapa, comienzan a aparecer desequilibrios en la salud y algunas patologías propias de esta edad. Aunque no todos los perros las sufrirán, vamos a conocer cuáles son las enfermedades de los perros adultos más comunes y la sintomatología que presentan.

Si bien algunas pueden tener tratamientos o existir soluciones para ayudarles a mejorar, otras son parte natural del proceso de cualquier ser vivo y lo único que podremos hacer es apoyarle y seguir queriéndoles para que se sientan apoyados.

Las enfermedades de los perros adultos y su sintomatología

Artrosis

La artrosis es probablemente una de las enfermedades de los perros adultos más frecuentes. Nos resulta familiar ya que también afecta a los humanos, y la sintomatología es a su vez muy similar. El dolor de huesos y de las articulaciones y la dificultad para realizar ciertos movimientos son el cuadro que se presenta cuando esta patología va avanzando.

Es por ello que los perros adultos se vuelven más inactivos progresivamente y pueden modificar su carácter alegre y juguetón. Los síntomas son, por tanto, un aumento de la pasividad, quejas al realizar algunos movimientos, pérdida del interés por pasear y jugar e incluso pérdida de apetito. Sin embargo, existen muchas soluciones como arneses o protectores de rodillas que pueden ayudarles a aliviar la presión y reducir el dolor.

Obesidad

La obesidad es otra de las enfermedades de los perros adultos que se da con mayor frecuencia. Además, suele ir ligada a la artrosis. El exceso de peso aumenta la presión sobre las articulaciones y el esfuerzo que estas deben realizar.

Para evitar que esto suceda, hay que prestar atención a su dieta. Se debe eliminar el exceso de golosinas y optar por un pienso senior. Las necesidades nutricionales varían así como la cantidad total de calorías. La obesidad puede producir otras enfermedades de los perros adultos, como las cardíacas y las renales.

Sordera y ceguera

Ambas son también enfermedades de los perros adultos, tal y como les sucede a las personas. Mientras mantengan el sentido del olfato, los perros pueden manejarse bastante bien. Por otra parte, en el caso de la ceguera, si se trata de cataratas, estas pueden operarse. Cuando se trata de procesos degenerativos poco podemos hacer. Puesto que es posible que se muevan a menor velocidad, siempre debemos ofrecerles un buen abrigo para pasear.

Enfermedades renales

Aunque existen más, la última de las enfermedades de los perros adultos más frecuentes son las renales. Las náuseas o la pérdida de apetito son los principales síntomas de esta patología. Si bien no tiene cura, algunos medicamentos pueden reducir las molestias causadas. Tal y como sucede con la artritis.

Las enfermedades de los perros adultos son una parte natural del proceso de envejecimiento. Lo importante es seguir cuidando bien al animal, administrarle los medicamentos que requiera y ofrecerle ayuda terapéutica para que mantenga su movilidad.

La fisioterapia es una de las terapias de recuperación que más beneficios puede aportar cuando existe una lesión. Pero no sólo a los humanos. La fisioterapia para perros también es recomendable para que estos animales puedan mejorar de sus patologías. Además, en muchos casos, les aporta el punto extra que les falta para poder recuperarse por completo.

La técnica de fisioterapia más adecuada para un perro será distinta en función de la patología que tenga. Entre las principales están, además de la clásica terapia manual, está el láser, los baños en agua, la magnetoterapia, la estimulación eléctrica o la terapia mediante la aplicación de calor. Pero ¿cuándo es necesario utilizarla?

Cuándo utilizar la fisioterapia en perros

Generalmente, la fisioterapia en perros suele ser bastante beneficiosa para los animales que han sufrido una operación. Especialmente, en los que han pasado por una operación relacionada con los huesos, ya sea de las extremidades o de la columna. Generalmente, sólo es necesario aplicársela a los perros adultos, puesto que los cachorros suelen recuperarse rápidamente de sus dolencias.

También para los animales que han perdido masa muscular de forma notable en las articulaciones de las patas. Y también de los perros que se van haciendo mayores, más propensos a sufrir achaques y dolores que los animales más jóvenes.

Con la fisioterapia, que se comenzó a popularizar hace aproximadamente una década, los perros pueden acelerar la recuperación de una operación o de sus lesiones. También aliviar patologías crónicas o el desgaste asociado a la edad.

Gracias a diferentes técnicas, los perros que reciban fisioterapia podrán aliviar sus dolores y ver cómo se reduce la inflamación de sus articulaciones y zonas afectadas por enfermedades. También mejorará la flexibilidad de los músculos y se rebajará el grado de atrofia de ligamentos y tendones. Y también verá acortarse su periodo de recuperación aproximadamente un 30%.

Perro con veterinario

¿Cómo son las sesiones de fisioterapia para perros?

Las sesiones de fisioterapia para perros son distintas en función del tipo de tratamiento que se deba aplicarles. Pero en general, siguen unas pautas comunes. Por lo general, cada sesión dura entre 30-40 minutos y una hora. Y en función del estado del animal y de la duración estimada del tratamiento, tendrá que recibir sesiones dos o tres veces por semana.

Además de recibir terapia en la consulta de un especialista en fisioterapia canina, los animales también pueden recibir en su casa fisioterapia manual mediante masajes. Estas sesiones se las puede dar su dueño, siempre que haya recibido previamente instrucciones para hacerlo.

Esta opción es la más indicada en caso de que el perro necesite un tratamiento continuado por el desgaste físico asociado a la edad. O cuando no permita que quien vaya a aplicarle el tratamiento manipule la zona en la que siente dolor.

Para intentar evitar esto último, no obstante, es importante que el dueño del perro esté presente cuando se le aplican sesiones de fisioterapia al animal. Así tendrá más confianza, estará más relajado, y bloqueará menos el acceso a la zona en la que sienta dolor.

Magnetoterapia para perros

La magnetoterapia es una forma de tratamiento que utiliza campos magnéticos para aliviar diversas condiciones de salud y promover el bienestar. En el caso de los perros, esta terapia no invasiva ha ganado popularidad por sus beneficios en el tratamiento de afecciones como la artrosis, lesiones musculares, fracturas que no cicatrizan adecuadamente, y para aliviar el dolor crónico. Aquí te detallo cómo funciona y sus posibles beneficios:

¿Qué es la Magnetoterapia?

La magnetoterapia utiliza imanes o dispositivos generadores de campos magnéticos para aplicar sobre el cuerpo. La idea es que estos campos magnéticos pueden mejorar la circulación sanguínea, reducir la inflamación, estimular la reparación de tejidos, y aliviar el dolor.

Beneficios de la Magnetoterapia para Perros

  • Alivio del Dolor: Es especialmente beneficiosa para perros mayores con dolores articulares o aquellos que sufren de condiciones como la displasia de cadera o artrosis.
  • Reducción de la Inflamación: Puede ayudar a reducir la inflamación en lesiones o áreas afectadas por enfermedades, promoviendo una recuperación más rápida.
  • Mejora de la Circulación Sanguínea: La estimulación de los campos magnéticos puede fomentar una mejor circulación, lo que es crucial para la salud general y el bienestar del animal.
  • Estimulación de la Reparación de Tejidos: Ayuda en la regeneración de tejidos dañados, lo cual es útil en el tratamiento de fracturas o lesiones musculares.

Consideraciones Importantes

  • Consulta Veterinaria: Antes de comenzar cualquier tratamiento de magnetoterapia, es esencial consultar con un veterinario para asegurar que es adecuado para tu perro, especialmente si tiene implantes metálicos o sufre de ciertas condiciones de salud.
  • Profesionales Calificados: Es recomendable buscar a un profesional calificado que tenga experiencia en la aplicación de magnetoterapia en animales para garantizar que el tratamiento sea seguro y efectivo.
  • Complemento, No Sustituto: La magnetoterapia debe considerarse como un complemento a los tratamientos tradicionales y no como un sustituto de la atención veterinaria convencional.