A medida que se van haciendo mayores, los perros también tienen sus achaques. Entre ellos, la artritis, una enfermedad que sufren aproximadamente uno de cada cinco perros. La artritis afecta a las articulaciones y hace que a los perros afectados se les inflamen una o varias patas. La artritis en perros hará no sólo que caminen mal. También les provocará bastantes dolores.

Esta enfermedad es degenerativa y en muchos casos no tiene cura, pero al menos puede tratarse para que avance lo más lento posible. Sobre todo, si se diagnostica en sus fases tempranas. Entonces se pueden tomar medidas para paliar sus efectos, y para mejorar la calidad de vida del animal. Pero para conseguirlo, es básico detectar cuanto antes sus síntomas.

artritis en perros

Principales síntomas de la artritis en perros

Entre los principales síntomas de la artritis en perros está la dificultad que los afectados tienen para levantarse y tumbarse. También pueden tener mayor o menor rigidez en las patas afectadas. Porque pueden tener afectadas una o varias.

Además, se muestran reticentes a la hora de subir escaleras, ni quieren saltar. También pueden dejar de realizar ciertos movimientos que antes hacían habitualmente. Paralelamente, se pueden escuchar ruidos cuando dobla las patas. Y la inflamación puede ser visible, lo que facilita la detección de la enfermedad.

Lo normal es que el perro también tenga dolores, lo que hará que se queje. En cualquiera de estos casos, conviene consultar con el veterinario para que pueda diagnosticar correctamente la dolencia.

También hay que tener en cuenta que la artritis en perros no sólo se da en animales de cierta edad. También puede afectar a perros más jóvenes. En estos casos, la artritis suele deberse a una lesión, y también a un golpe fuerte.

Tratamiento de la artritis en perros

Como hemos comentado, siguiendo ciertas pautas y tratamientos, la artritis en perros puede aliviarse y frenarse. También evitar en gran parte los dolores que provoca.

Generalmente, lo primero que hará el veterinario tras el diagnóstico de la artritis es ponerle un tratamiento a base de fármacos. Entre ellos habrá analgésicos para el dolor, y también antiinflamatorios. Eso sí, el tratamiento dependerá de cada animal y también de lo avanzado de la enfermedad.

También se suele recomendar que el perro tome algún suplemento alimenticio, enfocado a la regeneración de los cartílagos que hayan sufrido daños. Entre ellos, los que tengan Omega 3. En muchos casos pueden aliviar la inflamación y hacer que el estado de las patas afectadas mejore. Y en últimos casos, y si la artritis está generalmente muy avanzada, el veterinario puede recomendar una operación.

Además de los tratamientos propuestas por el veterinario, también se pueden tomar ciertas medidas para facilitar la vida cotidiana del perro. Por ejemplo, hay que vigilar su dieta para evitar que engorde y sobrecargue las articulaciones. También hay que intentar que haga algo de ejercicio suave a diario. Por ejemplo, caminar entre 15 o 30 minutos todos los días. También le vendrá bien nadar.

En caso de que la enfermedad provoque dolores al perro, y dificultad para moverse, es aconsejable que utilice protectores u órtesis en los codos o rodillas de las patas afectadas. Con ellas, la extremidad estará más segura, y el perro tendrá menos dolores.

Ayudas para perros con artrosis

Si tu perro tiene problemas de movilidad o lesiones, ¿te has planteado adquirir una silla de ruedas para perros? A continuación te contamos los 3 beneficios de adquirir una silla de ruedas para perros.

Es posible que alguna vez hayas visto a perros en sillas de ruedas y hayas sentido cierta congoja. Las mascotas parecen pequeñas y desvalidas en las sillas de ruedas para perros. Su movilidad ya no es la misma, no pueden saltar y echar a correr como antes y hay que adaptar la vivienda para que el perro pueda moverse con comodidad.

Sin embargo, para el perro una silla de ruedas no es un castigo. Más bien al contrario. Plantéatelo así: la silla de ruedas para perros es un aparato que permite que los animales que ya no pueden moverse con comodidad se sobrepongan al dolor y los impedimentos físicos y vivan una vida lo más plena y feliz posible.

Si piensas que tu mascota necesita una silla de ruedas para perros y sufres ante la idea de adquirir una, no te preocupes más. Hoy queremos contarte los 3 beneficios de las sillas de ruedas para perros. Mejora hoy mismo la vida de tu mascota y disfruta con ella de muchos años de alegría.

@happysevilla

@happysevilla con su silla de ruedas autoajustable para perros

Los 3 beneficios de adquirir una silla de ruedas para perros

1. Evitan el dolor

Imagínate que tu perro tiene una lesión en una de las patas traseras que le hace cojear. La silla de ruedas para perros le permite volver a correr y a disfrutar de los paseos y de socializar con otros perros sin dolor. Además, dado que ya no forzará la pata de perro lesionada, acelerará su recuperación. Antes de que te des cuenta, tu mejor amigo volverá a estar en plena forma tirando de la correa cuando lo saques de paseo.

2. Recuperan la movilidad

Algunos perros, especialmente los más mayores o aquellos con una tendencia genética, sufren de hernia discal en perros. Uno de los síntomas es la pérdida de movilidad y la parálisis de algunas partes del perro. Esto les impide llevar una vida sana y feliz. Las sillas de ruedas para perros les permiten esquivar este impedimento y volver a disfrutar de toda la diversión de los paseos y la socialización con otros perros. Igual que pasa con los humanos, la silla de ruedas para perros puede hacer que tu mascota recupere su independencia y evite los obstáculos de una mala movilidad.

3. Son adaptables

Las sillas de ruedas para perros pueden adaptarse a los distintos tamaños, a las necesidades de tu perro y a casi todos los terrenos. Tu perro no tendrá que renunciar a la playa o a la montaña y podrá seguir llevando el mismo tren de vida que antes de la lesión.

La silla de ruedas para perros es un complemento que no les encierran en amasijos de metal. Al contrario. Les permite volver a correr y a llevar vidas sanas, plenas, lejos del sedentarismo y la infelicidad que tendrían sin ellas. No te lo pienses más y adquiere para tu perro una silla de ruedas con la que pueda volver a jugar y a ser feliz.

Síntomas para detectar artrosis en perros que debes conocer

Al igual que les pasa a los humanos cuando se van haciendo mayores, también puede darse la artrosis en perros. Con la edad, sus articulaciones comienzan a sufrir por el paso del tiempo y la edad. Y su desgaste puede acarrearles artrosis.

Esta afección, al igual que los humanos, aparece en los perros debido al desgaste de los cartílagos. Es una enfermedad degenerativa, y el desgaste de los cartílagos puede llegar a ser tan grave, que los huesos que separa comiencen a rozarse entre sí.

La artrosis en perros suelen afectar sobre todo a articulaciones como el codo, la cadera, la rodilla, la columna, etc. Pueden ser leves y no ocasionar demasiadas molestias al animal. O ser tan graves que el perro sufra dolores y no pueda moverse con comodidad. Por suerte, la artrosis en perros presenta diversos síntomas. Si se detectan a tiempo se puede llevar al animal al veterinario y tratarle para paliar sus síntomas y frenar su avance. Además, también se puede utilizar soportes o protectores articulares, para reforzar las articulaciones afectadas. Así podrá tener mejor calidad de vida.

Síntomas de la artrosis en perros

La artrosis no tiene una causa conocida concreta. En algunos casos puede originarse por un problema articular que ocasione un problema en la articulación. Por ejemplo, la displasia de cadera. También puede acentuarla el exceso de peso, por la carga de más que debe soportar. O algunos tratamientos médicos.

En cualquier caso, los síntomas que presente serán siempre los mismos. Eso sí, dependen de qué pata o cadera del perro esté afectada. Pero el que es común a todos ellos es que, de repente, el perro parece menos activo y se mueve menos. De correr ya, ni hablamos. Además, puede que incluso empiece a cojear levemente.

Es importante observar si esta cojera es más acentuada cuando se levanta después de estar un rato sentado. O tumbado. Y también si cojea más cuando hace más frío. Esto se debe a que, al igual que les pasa a los humanos, las bajas temperaturas no son buenas para la artrosis en perros.

Además de estos síntomas, también hay que observar si, aunque el perro no cojea, tiene dificultad para subir las escaleras. También puede tener dolores en la articulación, aunque esto es más complicado de detectar. Si es mucho, suele resistirse a andar. Cuando se da en las patas delanteras y el animal sabe dar la pata, puede ser un método para saber si tiene dolores. Si no quiere dar la pata, puede ser que le duela la articulación.

El perro también puede sufrir de cierta pérdida de tono y masa muscular. Y puede incluso tener falta de apetito, o aparecer como aletargado en ocasiones. Si la artrosis que tiene está bastante avanzada, puede que sus posturas se vuelvan más forzada. Se deberán a la rigidez de la extremidad afectada.

Otro de los síntomas de la artrosis en perros puede ser la inflamación de la pata afectada. Esto lo causará el roce entre los huesos, que afectará a los músculos cercanos, que sufrirán las consecuencias.

Si notas que tu perro presenta uno o varios de estos síntomas durante unos días, es aconsejable que lo lleves al veterinario. Así podrá examinarlo y diagnosticar si sufre artrosis o cualquier otra dolencia más leve.

Artrosis en perros: los tratamientos más adecuados para aliviarla

Los perros también pueden sufrir artrosis cuando se van haciendo mayores. Exactamente igual que los humanos. Esta enfermedad, producida por un desgaste en los cartílagos de las extremidades de los animales, les provoca bastante sufrimiento. Por suerte, la artrosis en perros puede tratarse.

Así, entre sus síntomas están los dolores, la cojera de la extremidad afectada o rigidez. También dificultad para moverse y subir escaleras. E incluso experimentar una pérdida de masa en los músculos, y una disminución anormal en su apetito.

Evidentemente, cuanto antes se detecten los síntomas de la artrosis en un perro, antes se le puede aplicar el tratamiento más adecuado. Como veremos a continuación, será distinto en función de su gravedad.

Artrosis en perros: los tratamientos más adecuados para aliviarla

Tratamiento para artrosis en perros

Lo primero que habrá que hacer ante un perro afectado por artrosis es varios cambios en su rutina. Todo con el objetivo de conseguir que el animal tenga los menores problemas y la mayor autonomía posible. Por ejemplo, si descansa habitualmente en una casa con varias plantas, cambiar su cojín para dormir a una planta en el que no tenga que subir escaleras.

También habrá que seguir inevitablemente las indicaciones del veterinario. Probablemente sugiera poner al perro un tratamiento a base de antiinflamatorios. Además, es probable que sugiera que el animal tome un compuesto con vitaminas y minerales, además de colágeno. Con este tipo de compuestos, lo que el veterinario pretende es que el cartílago frene su desgaste. También evitar que se deforme.

No obstante, no hay que dejar de lado el hecho de que la artrosis es una enfermedad degenerativa crónica. Hay que evitar en la medida de lo posible que el animal tenga dolores, para lo que se pueden tomar otras medidas. Entre ellas, vigilar su peso y evitar que engorde en exceso. También hay que procurar que en su alimentación haya muchos ácidos grasos. Esto favorece la elasticidad de las articulaciones.

También hay que procurar que el perro haga ejercicio ligero. Claro esta, adaptado a sus posibilidades. Por ejemplo, procurar que de paseos, pero evitar que corra. Por otra parte, dado que las temperaturas extremas no son adecuadas para la artrosis, hay que protegerle de ellas. Así, hay que evitar exponerlo tanto al frío extremo como al calor excesivo.

En casos muy graves de artrosis, los perros pueden precisar sustituir sus articulaciones afectadas por prótesis. Exactamente igual que lo que sucede en las personas mayores con enfermedades degenerativas propias de la edad. Pero eso únicamente es adecuado si la situación ya es muy grave. O si el veterinario así lo aconseja. Mientras, se les puede ayudar con tratamientos paliativos. O con protectores que les aporten estabilidad.

Cómo Manejar la Artrosis en Perros Mayores

La artrosis en perros mayores es una condición que afecta significativamente la calidad de vida de nuestras mascotas. Esta enfermedad degenerativa de las articulaciones puede causar dolor y reducir la movilidad, pero, con el manejo adecuado, es posible aliviar sus síntomas y mejorar el bienestar de nuestros amigos caninos.

Identificación Temprana: Reconocer los signos de artrosis es crucial. Si tu perro muestra reluctancia a moverse, rigidez al levantarse, o disminución en su actividad, es momento de consultar al veterinario.

Tratamientos Disponibles: Existen diversas opciones para manejar la artrosis, incluyendo medicamentos antiinflamatorios, suplementos para las articulaciones, y terapias físicas. Un enfoque integral es a menudo el más efectivo.

Cambios en el Hogar: Pequeñas modificaciones en el hogar pueden hacer una gran diferencia. Proporciona una cama cómoda, evita que tu perro salte a alturas y considera el uso de rampas si es necesario.

Importancia de la Dieta y el Ejercicio: Mantener un peso saludable es esencial para reducir la carga en las articulaciones afectadas. Ejercicios de bajo impacto como caminatas cortas pueden ayudar a mantener la movilidad sin sobrecargar las articulaciones.

Protectores para las extremidades afectadas por artrosis

En caso de que la artrosis provoque bastantes molestias al perro, conviene proteger las extremidades que tenga afectadas. Para ello se pueden utilizar protectores adecuados tanto al animal como a la enfermedad.

Por ejemplo, los protectores de rodilla para perro. O, si el animal ya es muy mayor y sufre artrosis de cadera avanzada, una silla de ruedas puede ayudarle a conservar la movilidad. Incluso un arnés adecuado, con el que los perros con problemas de  movilidad en las patas traseras pueden conseguir más estabilidad.

perro-multimedia-600x300_6

Perro con veterinarioArtritis-y-sintomasPor suerte o por desgracia los perros no hablan, así que a veces puede que sea difícil saber si están sufriendo dolor. Afortunadamente la respuesta que da el perro al dolor es muy similar a la que damos nosotros. Dependiendo de su nivel de tolerancia al mismo, de su intensidad y de su origen observaremos cambios en el comportamiento que persiguen evitarlo. Estas conductas evitativas serán más o menos marcadas, por lo que es importante conocer bien cuál es el comportamiento normal del perro en cuestión para darnos cuenta de los cambios.

 

Estos cambios pueden manifestarse en forma de alteraciones generales del comportamiento que van desde la depresión/apatía del animal, pasando por la pérdida de apetito y jadeos anormales, hasta situaciones de evitación social o incluso agresividad, especialmente cuando el dolor se hace más intenso al tocar el área causante de dicho dolor.

chat whatsapp perroEn términos más concretos puede observarse alteraciones posturales o del movimiento: el perro evita realizar aquellos movimientos y posturas que intensifican el dolor. Un ejemplo sencillo es el de no apoyar aquella pata que está lesionada. Igualmente puede darse una conducta de acicalado excesivo de la zona doliente, que puede traer situaciones más graves, como ocurre cuando una pequeña lesión en la piel se complica en dermatitis por lamido, aunque el dolor sea una respuesta fisiológica de protección cuya función es evitar el agravamiento de una lesión.

Aquellas posturas anormales que el perro adopta para evitar sentir dolor o para disminuir su intensidad reciben el nombre de posturas antiálgicas. Un ejemplo de éstas es el encorvamiento que puede observarse ante un dolor abdominal. Con esta postura el animal persigue reducir la tensión que ejercen las paredes del abdomen sobre los órganos de la cavidad, que es donde el dolor tiene su origen.

A veces darnos cuenta del problema no es tan sencillo, pues la tolerancia que tiene el perro concreto al dolor varía de un animal a otro. Además, como ocurre con las personas, el dolor es difícil de cuantificar objetivamente. Incluso ocurre la situación que el dolor puede confundirnos sobre el origen del mismo, pues el dolor es un mecanismo nervioso que puede originarse por una lesión física localizada, pero también puede originarse en el sistema nervioso sin que tengamos una lesión aparente en la zona dolorosa. Un ejemplo de esta situación es el dolor que se observa en un pinzamiento en la columna: el dolor no se manifiesta más intensamente en el lugar donde está la lesión, sino que se refiere a las zonas que están inervadas por los nervios afectados.

soporte-de-cadera-canino_preuOcurre también que el dolor se siente distinto en función del tejido afectado. Es fácil localizar el lugar exacto de la lesión en el caso de dolor muscular o del esqueleto, pero no cuando el problema es de un órgano interno: una espina clavada en un dedo es fácil encontrar, pero para conocer la causa de un dolor abdominal, cuya percepción es más difusa, conviene realizar exploraciones más detalladas, incluso con técnicas diagnósticas más informativas como puede ser una ecografía o una radiografía.

Lo que es realmente importante es darnos cuenta cuanto antes de la existencia de dolor, tanto para tratar cuanto antes el problema que lo origina como para tomar medidas para reducir su intensidad. Ya que el dolor, aún siendo una respuesta fisiológica para proteger el organismo de la complicación de lesiones, se ha demostrado que retarda la recuperación de la lesión. Es por este motivo que se usan tratamientos contra el dolor incluso antes de que aparezca en las intervenciones quirúrgicas. De esta forma se ha logrado acortar el tiempo de recuperación del perro, además de mejorar sensiblemente su bienestar.

Además, se ha visto que si el dolor no se trata puede convertirse en crónico y requerir medicación de por vida, ya que los nervios quedan «sensibilizados», incluso cuando la causa de ese dolor ya ha sido resuelta.

Equipo veterinario de www.Ortocanis.com

Ayudas para perros con artrosis

Cada vez más, la fisioterapia y la rehabilitación se están estableciendo como uno de los pilares básicos en traumatología y neurología veterinarias.

Si bien un buen diagnóstico y  tratamiento quirúrgico o farmacológico son fundamentales, la rehabilitación puede realmente marcar la diferencia.

Las estructuras del sistema musculo-esquelético están relacionadas entre si estrechamente. La inactividad o mala función de una afecta gravemente a las otras.

Pelota-cacahuete RehabilitaciónPongamos un ejemplo frecuente: la displasia de cadera. Ésta se trata de una incongruencia de la articulación de la cadera, en la que se ven afectados hueso, cartílago, cápsula articular, líquido sinovial y ligamentos.

En el momento en el que el perro siente dolor, baja su actividad drásticamente. Esto provoca una pérdida de masa muscular alrededor de la articulación. A consecuencia de esto, la articulación irá quedando menos «abrazada» por los músculos, cada vez más débiles y con menos fuerza. Entonces la articulación quedará más inestable, provocando más artrosis (que a su vez aumentará el dolor, que hará bajar aún más la actividad del animal). Como veis, es un círculo vicioso del que parece muy difícil escapar. La clave está en volver a ejercitar esos músculos. Una posible solución es el uso de una silla de ruedas: éstas soportan la mayor parte del peso del animal, pero permitiéndole ejercitar las extremidades posteriores. Para casos muy avanzados en los que el animal ya no puede mover las extremidades, está la opción de la electroterapia, que nos permitirá efectuar movimientos pasivos de la musculatura. Incluso existen terminales de electroterapia para su uso doméstico.

Cuando nuestro perro tenga algún problema musculo-esquelético o nervioso, es muy importante que preguntemos al veterinario cuál es la actividad apropiada en cada etapa de la enfermedad.

Aquí os dejamos con un vídeo donde se demuestra la importancia (y las maravillosas consecuencias) de una rehabilitación suave y constante:

Material para rehabilitación veterinaria

Colchón Ortopédico

Colchón Ortopédico para perros

Como los humanos, los perros necesitan un lugar cómodo para descansar y relajarse. Elegir el tipo de cama mas adecuada para tu perro puede ser un trabajo pesado por la variedad de modelos, pero si además de una cama cómoda deseas considerar la adecuada para su personalidad y salud, ya sea por edad o enfermedad, ¿cómo hace uno para seleccionar la cama perfecta?

Elegir la cama del perro es mucho más fácil si tienes los siguientes puntos en cuenta:

1 – Ten presente los gustos de tu perro.

Fíjate en cómo le gusta dormir a tu perro. Si se tapa bajo una pila de mantas y almohadas, sería muy adecuado un estilo de cama de saco, que le permite introducirse en el interior y estar entre dos capas. Un perro que disfruta durmiendo en la esquina de un sofá, o una silla apreciará una cama de tres lados, le permite apoyarse en la esquina, manteniendo su espalda y trasero calientes en contacto con la superficie. Si tu perro se extiende y estira mientras duerme, una cama mullida y plana como un colchón es perfecta para que disfrute del espacio y la comodidad.

2 – Elige una cama con una funda extraíble y lavable.

colchon-extraible-ortopedico-perroTen en cuenta que la funda sea de un material resistente, algunos perros son propensos a arañar la funda por eso elegiremos un material que no se rasgue fácilmente y que proteja el relleno interior. Es fundamental que esta funda sea fácil de quitar y la puedas meter en la lavadora para una mayor comodidad e higiene.

3 – Considera la edad de tu perro, su salud y comportamiento.

Colchón para perros displasia

Para cachorros y perros  con tendencia a morderlo todo nunca se deben utilizar camas ni mantas con fácil acceso a cualquier tipo de relleno. Es habitual que muerdan el interior y esto puede provocar obstrucción intestinal si los ingiere. Los perros mayores, enfermos y los perros de razas gigantes requieren un apoyo extra, y pueden beneficiarse mucho de camas ortopédicas, colchones antiescaras  y colchones térmicos . Si tiene alguna enfermedad como artritis o artrosis y por ello pasa gran parte del tiempo tumbado es muy importante un relleno fuerte y resistente adaptable a su cuerpo, que proteja la piel y prevenga la aparición de escaras. En este sentido, lo mejor es una funda antibacteriana y repelente al agua en convinación con un relleno de viscoelástico troceado, que permite el paso del aire y es termoregulable, permitiendo una adaptación perfecta y evitando puntos de presión. Las razas gigantes a menudo tienen dificultades para mantenerse frescas durante los meses de calor, los colchones termoregulables que hay en el mercado pueden proporcionarle un alivio refrescante durante los meses de verano.

4 – Como necesitas que sea la cama.

Colchón ortopédico para perros

¿Vas a colocar la cama en una caja? una cama rectangular que se ajuste a la caja es necesaria, algunos perros prefieren camas reforzadas con cajas, a otros les incomoda o les dificulta el acceso. ¿Vas a utilizar la cama para el camping o en el patio? Si es así, te interesa que la cama sea resistente al agua e indicada para exteriores. La permeabilidad es una característica muy importante a tener en cuenta. Si, por ejemplo, tu perro babea mucho o es propenso a orinarse mientras duerme, tendrás que elegir una cama con una cubierta lavable y repelente a líquidos. Además existen nuevas camas ortopédicas hechas con tejido antibacteriano que evitan los malos olores.

Conchón para perros enfermos

5 – Materiales ecológicos.

Hay una amplia variedad de camas ecológicas para perros en el mercado, creadas con los tejidos hechos a partir de materiales orgánicos y reciclados. El perro y el planeta lo agradecerán.

 

6 – Por último, pero no menos importante, el presupuesto.

Los precios de las camas pueden variar desde menos de 20 € a cientos de euros. Dependiendo de las necesidades, las calidades de las fundas y los rellenos y las posibilidades de cada dueño. Las camas con fundas de tejidos inteligentes (repelentes a agua, antibacterianos, antialérgicos) y los rellenos de memory foam o viscoelástico troceado son una buena opción para perros con problemas articulares pero tiene un precio algo más elevado.

Colchón ortopédico para perros

 

Ayudas ortopedicas para perros

Las nuevas ayudas técnicas y ortopédicas para perros se utilizan en una gran variedad de casos. Estas aumentan la movilidad de los canes proporcionando el soporte necesario para mantener la actividad diaria. Los perros necesitan hacer ejercicio para mantener su bienestar físico y emocional. Si un perro es incapaz de hacer ejercicio, puede desarrollar problemas como enfermedades del corazón, obesidad, alteraciones óseas, atrofia muscular y problemas emocionales como agresividad o ansiedad.

Casos aplicables

Las ayudas técnicas pueden ser utilizadas para esguinces, debilidad muscular, artritis, displasia de cadera, rehabilitación post-operatoria, cojera, debilidad o dolor en las articulaciones que acaban generando un problema de movilidad. Las ayudas técnicas deben permitir al perro realizar sus actividades cuotidianas, pero también deben ser cómodas y ofrecer protección contra irritaciones y úlceras en la piel del perro por eso es importante que sean realizadas por especialistas. Enumeramos las más frecuentes:

Rodilla

Protector de rodilla canina

Los protectores de rodilla se utilizan normalmente después de la cirugía para la rehabilitación del ligamento cruzado anterior (LCA), luxación de rótula, ligamento colateral medial (LCM), ligamento colateral lateral (LCL) o ligamentos cruzados posteriores (PCL). Las rodilleras proporcionan apoyo y estabilidad, previenen la pérdida de músculo durante el período de recuperación y reducen el riesgo de nuevas lesiones. Los protectores de rodilla también se suelen utilizar en casos en los que la cirugía no se llega a realizar.

Tarso y Carpo

Protector de tarsoSoporte para carpo

 

 

 

 

 

 

Los protectores de tarso están indicados, en casos de artrosis pero también para rehabilitación postquirúrgica o lesión en el tendón de Aquiles, daños en nervios de la extremidad trasera o del pié y rehabilitación de la articulación del corvejón. También pueden ser utilizados como apoyo a largo plazo en condiciones no quirúrgicas. Un protector de tarso o corvejón estabiliza el hueso de la pierna trasera, así como los músculos y los tendones de la extremidad y la rodilla. Funciona de manera similar a una rodillera en humanos, permitiendo que el perro se mueva sin forzar la articulación. También evita que el can vuelva a lesionarse la articulación o ligamentos afectados.

Codos

Protector de codo canino

 

Un protector de codo se utiliza para apoyar la articulación del codo después de una cirugía o para reducir el dolor de la artritis, enfermedades degenerativas de las articulaciones u otras condiciones similares. Proporciona control en el movimiento lateral mientras que permite la extensión y flexión normal a la vez que trata y protege higromas y callos.

 

Soporte de cadera caninoCadera

Un soporte de cadera sujeta y aumenta la temperatura de la espalda baja y la cadera del perro. Fabricado en neopreno especial, rodea la espalda baja, cadera y la pierna superior y se sujeta gracias a un arnés tipo romano. Los soportes de cadera son de uso general para los perros con displasia de cadera de leve a moderada y artrosis localizada.

Hombros

Ortesis de codo canina

La inestabilidad del hombro medial (MSI) es una de las causas de cojera en las patas delanteras. Un soporte especial permitiría apoyar el hombro, lo que limitaría la extensión, flexión y abducción, permitiendo que el perro soporte su peso. Estas ayudas se pueden utilizar tras la cirugía o como tratamiento no quirúrgico pero también de forma preventiva.

Fisioterapia para animales: acelera su rehabilitación

Fisioterapia como tratamiento alternativo en compresión de Cauda Equina

 

RESUMEN

La cauda equina, es el conjunto de nervios y raíces nerviosas que se originan desde L6 – L7 inervando el tren posterior por medio de los nervios: Ciático, Obturador, Pudendo, Femoral y Pélvico.

Al generarse un trauma a este nivel, se pueden presentar compresiones de leves a severas generando en el paciente dolor, claudicación de miembros posteriores, contractura de toda la masa muscular, déficit propioceptivo, marcha atáxica, incontinencia, entre otros signos clínicos que orientaran al Médico Veterinario a instaurar un tratamiento médico adecuado y en el caso del fisioterapeuta, ubicar las zonas de dolor y mejorar el soporte de peso, resistencia, musculación (evitando en lo posible la atrofia muscular), movilidad articular y propiocepción.

El diagnóstico se realiza por mediante estudio radiológico y por resonancia magnética de la columna vertebral a nivel de la articulación lumbo-sacra, las opciones de tratamiento

consisten en: reposo en jaula, alopático (AINES, analgésicos, corticoides), homotoxicológico, fisioterapia y rehabilitación, siendo una excelente opción la sinergia entre el tratamiento homotoxicológico y fisioterapia (analgesia integral).

En este trabajo se presenta el caso de un paciente de un Pinscher, hembra, de 10 meses, el cual es llevado a consulta después de haber sufrido un trauma por caída presentando como signos principales paraparesia, contractura de toda la masa muscular en miembros posteriores, déficit propioceptivo y marcha atáxica.   Se decidió realizar fisioterapia y rehabilitación sin suspender el tratamiento médico instaurado desde un inicio, logrando disminuir el tiempo de recuperación,  mejora en la condición del paciente, eliminación de la causa de la alteración física, alivio de dolor, disminuir inflamación y reanudación a la vida cotidiana.

Palabras clave: compresión cauda equina, fisioterapia y rehabilitación.

¿Te interesa? Aquí tienes el artículo completo

 

Angélica B. Ortega Vásquez

Colaboradora de Ortocanis.com

 

La displasia de cadera es un problema muy frecuente en determinadas razas: BullDog, Dogo de Burdeos, San Bernardo, Mastín Napolitano, Pastor Alemán, Rottweiler, Golden… todas ellas presentan una incidencia por encima del 20%.

La displasia es una enfermedad multifactorial, multigénica y hereditaria, es decir, son varios los factores que predisponen y causan la displasia de cadera, son varios los genes implicados en su aparición y tiene carácter hereditario.

Los factores ambientales cada vez son más importantes en el desarrollo de la displasia de cadera, es necesario el factor genético para desarrollar la enfermedad pero este no es el único factor. La genética es un factor necesario pero no excluyente, es decir se puede tener la predisposición genética y no desarrollar la enfermedad pero si no se tiene predisposición esta seguro que no se desarrolla.

Existen varios grados de displasia, y también aquellas que aparecen cuando el perro es cachorro o las que dan problema ya en edad adulta; pero en este artículo nos centraremos en el tratamiento y específicamente en el tratamiento de la displasia a los perros jóvenes.

Clasificación de los grados de displasia según la OFA :

Grado I: mínima alteración con pequeña subluxación y escasos cambios degenerativos.

Grado II: marcada subluxación lateral de la cabeza femoral, cuyo 25-50 % está fuera del acetábulo.

Grado III: el 50-75 % de la cabeza femoral está fuera del acetábulo; hay cambios degenerativos importantes.

Grado IV: luxación de la cabeza femoral con aplanamiento del borde acetabular y la cabeza femoral; hay cambios degenerativo importantes.

La presentación en el perro joven es radiografia cadera cachorronormalmente entre los 5 y los 6 meses y viene marcada por una cojera importante.

No se considera que un perro está libre de displasia hasta que con dos años de edad ya cumplidos no se observan problemas ni incongruencias en las radiografías de control.

La alimentación es uno de los factores que predispone a la aparición de displasia de cadera, desequilibrios Calcio-Fósforo que debe guardar una correlación Ca1.6% – P1.1% y sobretodo no sobrealimentar ni aportar en exceso proteínas nos permite minimizar la incidencia de displasia de cadera. Una alimentación hipocalórica a partir de los 3 meses y hasta los 8 meses protege de la displasia sobretodo a perros con un rápido crecimiento. El exceso de peso a los 60 días es otro de los factores que predispone a la enfermedad.

La displasia de cadera en el cachorro debuta normalmente a partir de los 5 o 6 meses, antes no es posible observar ningún problema y el perro ha sido completamente normal y se ha desarrollado de forma normal. El debut suele presentarse como una cojera aguda que impide al perro jugar como lo había hecho hasta la fecha. Podemos observar cambios en las ganas de jugar, negativas a la hora de salir de paseo, de relacionarse con otros perros o con los propietarios. Son frecuentes los cambios de humor, los resbalones frecuentes de las patas traseras, la incomodidad e incluso rehúse a ser tocado y el hecho de “huir” de los niños en perros que hasta hace pocos días eran juguetones y cariñosos.

Algunas veces al cumplir el 90% del crecimiento entre los 8 y los 11 meses los signos pueden reducirse e incluso llegar a desaparecer. De todas maneras la displasia permanece y en muchos casos los problemas reaparecen pasado un tiempo y más temprano que tarde aparecen signos de artrosis en las caderas.

Los signos clínicos más frecuentes son:

Cojera que puede aumenta con el ejercicio

Caminar y trotar con balanceo de caderas

Rigidez matutina

Dificultad para levantarse

Atrofia muscular

Negativa a moverse

Cambios en el humor

Dolor a la palpación

Signo de Ortolani.

Aunque existen métodos quirúrgicos: escisión del músculo pectíneo, triple osteotomía de cadera, artroplastia de la cabeza femoral, osteotomía de pubis, forage, prótesis de cadera al mayoría se practican cuando el perro es joven para, supuestamente disminuir la posibilidad de artrosis coxofemoral secundaria en la edad adulta. La prótesis de cadera debe reservarse para casos graves y una vez ha finalizado el crecimiento.

El tratamiento médico se basa en antiinflamatorios, podemos empezar por antiinflamatorios naturales, como inflamex, que no contiene substancias medicamentosas, si no obtenemos los resultados esperados pasar a los Aine’s y en casos extremos se recurre a córticos. Debemos incluir los nutracéuticos sobretodo los condroprotectores ya que reducen la incidencia de artrosis y protegen el cartílago articular. Éstos son usados en perros sénior de forma muy general pero son muy útiles como protector articular en perros en crecimiento, existen condroportectores específicos para perros jóvenes. La reducción de peso, el ejercicio moderado y sobretodo regular son otros de los puntos básicos, así como las mejoras en el entorno y el hecho de dormir en un colchón especial para perros mayores y en un lugar cálido y alejado de humedades.

La fisioterapia canina puede ayudar mucho a desarrollar mejor la musculatura a reducir el dolor, a sacar tensiones y eliminar compensaciones que el perro ha realizado con las posturas incorrectas y las posiciones antiálgicas. Ésta se basará en TENS, ultrasonidos, ejercicios terapéuticos, el uso de la hidroterapia, laser, ondas de choque…

La principal mejora en el entorno es dormir en un buen colchón terapéutico, no pasar frío ni exponerse a mucha humedad, utilizar en invierno un abrigo térmico para perro, a poder ser una manta canina terapéutica que se puede utilizar todo el año.

Podemos ayudar de muchas manera a nuestro perro con displasia de cadera, el ejercicio físico regular nos puede ser de mucha utilidad al mejorar la masa muscular que hace soportar mejor la mala congruencia articular, evitar los impactos, los saltos o las carreras descontrolas durante la presentación del cuadro son también elementos importantes. La fisioterapia y los masajes permiten tener siempre al perro en un estado muscular correcto, y todos los tratamientos coadyuvantes como son la acupuntura, masajes, reiki, flores de bach… también pueden colaborar en el tratamiento. La última novedad son los soportes de cadera que ayudan a estabilizar la pelvis, dan soporte y mejoran mucho la calidad de vida de nuestras mascotas.

Toni

Equipo Ortocanis.com