La cirugía ortopédica canina es un procedimiento cada vez más frecuente en perros con problemas articulares o traumatismos, como la ruptura del ligamento cruzado anterior, fracturas o luxaciones de rótula. Sin embargo, el éxito de la intervención no termina en el quirófano: comienza realmente con los cuidados postoperatorios.
En esta guía te explicamos cómo garantizar una recuperación postoperatoria segura, cómoda y eficaz.
1. Descanso y control adecuado del movimiento
Las primeras horas después de una cirugía son críticas y existe la posibilidad de que surjan complicaciones. Por eso, es importante limitar su actividad física y asegurar que tu perro descanse en un lugar tranquilo, cálido y sin ruidos, donde no pueda hacerse daño.
Durante este tiempo:
- Sigue al pie de la letra las pautas del veterinario y nunca le des medicamentos sin consultarlo antes.
- Observa signos de dolor como jadeos, inquietud o lamido excesivo de la herida.
- Evita que se mueva sin control o suba escaleras.
Como señalan en Argos Club Veterinario, el tiempo de recuperación depende del tipo de cirugía y del estado de salud del perro. Pero, en general, las cirugías ortopédicas pueden requerir entre 4 y 12 semanas para una recuperación completa.
Los arneses para perro resulta una ayuda técnica muy acertada para esta fase, ya que permiten sujetar y estabilizar al perro, evitando que haga esfuerzo mientras recupera la fuerza en sus extremidades.
2. Cuidado de la herida quirúrgica
Además de cierta medicación, el veterinario te recomendará cómo hay que cuidar la herida. Sobre todo, cómo tienes que limpiarla para evitar infecciones. Mantener la herida limpia es fundamental en cualquier cirugía ortopédica canina. Revisa a diario la incisión para detectar posibles signos de infección como enrojecimiento, supuración o inflamación.
Algunos consejos básicos que debes tener en cuenta son:
- Limpia la zona con una gasa y el antiséptico recomendado dos o tres veces al día.
- Usa un collar inmovilizador para evitar lamidos.
- No retires los puntos ni el vendaje sin indicación veterinaria.
Si observas algo fuera de lo normal, contacta de inmediato con el veterinario.
3. Rehabilitación: clave para volver a caminar sin dolor
Tras el reposo inicial, llega una fase esencial: la rehabilitación. Esta etapa, supervisada y pautada por un veterinario o fisioterapeuta, busca recuperar la movilidad, fuerza y coordinación del animal.
Entre las técnicas más comunes se incluyen:
- Ejercicios terapéuticos mediante el uso de rampas, conos, balones y otros.
- Crioterapia, técnica con la que se reduce el dolor y la inflamación aplicando frío.
- Hidroterapia, que permite ejercitar sin impacto.
De todas formas, tal y como explicamos en nuestro artículo sobre el papel de la fisioterapia en la recuperación de la ruptura de los ligamentos cruzados anteriores, la fisioterapia variará dependiendo del paciente y del tipo de intervención quirúrgica, ya que algunas técnicas requerirán una mayor estabilización.
4. Soportes ortopédicos caninos
Las operaciones en las extremidades son algunas de las más molestas para los perros y, en su mayoría, tardan bastante tiempo en curar.
En estos casos, el perro puede necesitar algún tipo de ayuda extra para evitar hacerse daño y poder tener más firmeza en el uso de la pata afectada.
Aquí entran los soportes ortopédicos caninos, que juegan un papel fundamental en la recuperación. Estas ayudas técnicas aportan estabilidad, alivian el dolor y permiten retomar la movilidad de forma controlada.
Entre ellos, pueden utilizarse:
- Protectores o soportes, que pueden ser de rodilla, carpo, tarso o cadera, entre otros.
- Férulas, recomendados en casos de fracturas óseas.
- Arneses, que ayudan a levantar al perro sin esfuerzo ni dolor.
Los productos de Ortocanis están diseñados y fabricados con materiales que garantizan comodidad y soporte adaptado a cada etapa de la recuperación.
5. La recuperación en casa
El entorno doméstico puede marcar la diferencia en la recuperación postquirúrgica de un perro. Estas son algunas pautas sencillas que te recomendamos para mejorar el confort y la seguridad del animal:
- Prepara una zona cómoda, limpia y ventilada.
- Coloca superficies antideslizantes y elimina obstáculos.
- Haz que beba abundante líquido. Sobre todo, en las horas posteriores a la operación para que expulse la anestesia.
La paciencia y el cariño del cuidador son tan importantes como los tratamientos físicos. Un perro que se siente seguro y acompañado avanza con mayor confianza.
Puedes ampliar información en nuestro artículo sobre cómo ayudar en la recuperación de perros recién operados.
6. Prevención de recaídas
Una vez que el veterinario autoriza el alta, el objetivo es evitar recaídas. La fisioterapia preventiva y el ejercicio moderado son claves para mantener la fuerza y estabilidad articular.
Consejos finales:
- Controla el peso y la alimentación.
- Realiza ejercicios suaves y controlados pautados por un profesional.
- Utiliza soportes ortopédicos si el veterinario lo considera necesario.
- Acude a revisiones periódicas para evaluar el progreso de la recuperación y realizar posibles ajustes en el tratamiento.
Con una buena combinación de fisioterapia, cuidado en casa y apoyo técnico, la recuperación tras una cirugía ortopédica puede ser completa y duradera.
Los cuidados postoperatorios en perros requieren compromiso, constancia y las herramientas adecuadas. Controlar el dolor, proteger la herida, fomentar una rehabilitación progresiva y emplear soportes ortopédicos caninos de calidad marcarán la diferencia en la recuperación de tu perro.
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Director de Ortocanis



























