Fisioterapia para animales: acelera su rehabilitación

La fisioterapia para animales son un grupo de terapias y técnicas que nos ayudan a acelerar la rehabilitación de nuestros amigos. Recomendada para una amplia variedad de lesiones y patologías, se está convirtiendo en una gran aliada para la recuperación.

Qué es la fisioterapia para animales

Tal y como para los humanos, la fisioterapia para animales es una técnica que sirve tanto para la prevención de lesiones como para la rehabilitación de las mismas. Además, debido a la amplia variedad de opciones, es capaz de tratar diferentes patologías musculoesqueléticas.

Se ha demostrado que la fisioterapia en animales es capaz de curar diversas condiciones. Con la reducción del dolor, de la inflamación y de la hinchazón, el cuerpo se ve más preparado para volver a desarrollar la fuerza muscular y recuperar así la movilidad perdida. El proceso de recuperación se ve reducido cuando se utilizan estas terapias.

La fisioterapia para animales está dirigida a tres categorías diferentes. Por un lado, los animales de pequeño tamaño, como son los perros y los gatos. En segundo lugar, los animales de tamaño grande, como podrían ser los caballos. Por último, los animales exóticos, como aquellos que participan en circos o que viven encerrados en zoológicos, en los que su condición física se ve seriamente dañada.

Beneficios de la fisioterapia para animales

La fisioterapia para animales debe llevarse a cabo cuando un veterinario lo indica. Se trata de una terapia complementaria que necesita ser supervisada. Algunos de los beneficios que se obtienen con este tratamiento son los siguientes:

  • Mejora de la calidad de vida cuando se ha perdido movilidad por algún tipo de lesión o enfermedad degenerativa

  • Ralentización de los procesos que dañan y degeneran la musculatura y la estructura ósea del animal. Ayuda también a tratar los espasmos musculares

  • Aumento del rendimiento y mejora del tratamiento para las lesiones de tipo musculoesquelético

  • Mejora de la energía y la vitalidad

  • Reducción del dolor en los músculos, tendones, ligamentos y articulaciones que han sufrido roturas y optimización de la reparación de las fracturas

fisioterapia para animales

Cómo son las sesiones de fisioterapia en animales

La fisioterapia en animales abarca diferentes tratamientos. La duración de estas sesiones está entre la hora y la hora y media en función de la técnica utilizada. Estas pueden ser pasivas o activas dependiendo del objetivo que tengamos.

Una de las técnicas utilizadas son los masajes. Además de la reducción de la tensión muscular y el dolor, se liberan endorfinas y se reduce el estrés. La fisioterapia en animales no solo mejora la condición física, sino que también ayuda al cuadro emocional.

La hidroterapia es también muy común para aquellos animales con problemas de articulaciones. Puesto que en el agua no cargamos con el peso del cuerpo, este tipo de fisioterapia para animales está indicado para aquellos cuya musculatura o estructura ósea está debilitada. La persona rehabilitadora se encargará de valorar la modalidad del nado, la intensidad y el tiempo.

La laserterapia o los ultrasonidos son también utilizados con mucha frecuencia para el tratamiento de patologías. La intensidad y la profundidad a la que se trabaje dependerá siempre del grado de la enfermedad y deberán siempre ser supervisados por un rehabilitador.

La fisioterapia para animales como parte de la rehabilitación puede mejorar considerablemente el proceso de recuperación de nuestro amigo. En nuestra tienda, puedes encontrar masajeadores y terapias de frío y calor que te ayudarán a conseguir estos objetivos.

La bursitis de codo es una dolencia más frecuente de lo que pensamos en los perros. Sobre todo en los que tienen tamaño mediano o grande y pelaje corto. No es mas que una inflamación de la bolsa en la que se encuentra el líquido sinovial de ciertas articulaciones. En concreto, de las que tienen un hueco entre los huesos que unen. Es en él en el que se encuentra esta bolsa, que envuelve a las articulaciones. Casi todas las articulaciones del cuerpo de humanos y animales son de este tipo, como la rodilla o el codo. Y es en esta última en la que con más frecuencia se suele dar la bursitis de codo en los perros.

Cómo detectar y tratar la bursitis de codo en los perros

Bursitis de codo en perros: diagnóstico y tratamiento

La aparición de una bursitis en el codo de la pata de un perro de manera espontánea es bastante rara. Normalmente aparecerá tras un golpe fuerte en la zona. O bien tras un golpe ligero pero que se da el animal de manera continua. Cuando se produce, es bastante evidente que al animal le pasa algo. La articulación se empieza a inflamar y el animal tiene problemas para caminar y moverla. Además, comienza a tener dolores.

Lógicamente, cuanto antes se detecte, menos gravedad alcanzará. Para ello conviene explorar con cierta frecuencia las patas del perro y, ante cualquier bulto extraño en sus articulaciones, acudir a un veterinario. Este examinará al animal y le prescribirá el tratamiento más adecuado.

Este tratamiento será distinto en función de diversas variables. Entre ellas, del estado de la bursitis, así como de la presencia o no de ciertas complicaciones. Por ejemplo, de una infección asociada. Por lo general, bastará con poner un vendaje en la extremidad afectada. También puede aconsejar el uso de una órtesis de codo para reducirla.

En los casos en los que haya infección, se tratará además con antibióticos. Si está avanzada, es posible que haya que drenarla, para lo que se empleará una aguja fina. Y si se trata de una bursitis grave, será necesario realizar una intervención quirúrgica para reducirla.

¿Cómo evitar la aparición de la bursitis?

Para prevenir en la medida de lo posible la aparición de la bursitis, hay que evitar los golpes repetitivos. Contra los bruscos y fuertes poco se puede hacer, pero al menos se pueden intentar los otros. Por ejemplo, los que se puede dar cuando se tumba en el suelo. Para evitarlos, se puede colocar una superficie blanda donde el perro acostumbra a echarse.

Evidentemente, si se hace de manera repentina, el perro lo rechazará. Sobre todo si es adulto y no está acostumbrado. Por lo tanto, cuanto antes se empiece a acostumbrarle a dormir sobre un cojín de los que se utilizan como camas para perros, mejor. A ser posible, debe comenzarse cuando el perro es aún un cachorro. Así será más sencillo. Si no lo acepta, se puede probar colocando una alfombra suave donde acostumbre a echarse.

También es aconsejable evitar, en la medida de lo posible, que el perro se eche sobre el asfalto. También sobre la tierra si no hay hierba o césped sobre ella, puesto que al ser dura y presentar una superficie irregular, puede hacerle daño en los codos y desembocar en bursitis.

Cómo fortalecer las articulaciones de un perro

El cuidado de la salud de nuestro amigo no empieza cuando está comienza a deteriorarse. A lo largo de toda su vida debemos tomar medidas para que en su última etapa pueda gozar de una buena salud. Para ello, os dejamos algunos consejos para fortalecer las articulaciones de un perro.

Cómo fortalecer las articulaciones de un perro

Qué son las articulaciones de un perro

Las articulaciones son una estructura que funciona como la unión de dos huesos. Estas se componen de diversas partes: la cápsula, el cartílago, la membrana sinovial, los tendones y los ligamentos, principalmente. Cada tipo de articulación varía con respecto a las demás.

Todas ellas son las que nos permiten la movilidad, por lo tanto, cuando comienzan a deteriorarse, se reduce el movimiento y se experimenta dolor. Su desgaste impide que puedan absorber el impacto al moverse. Por este motivo, es conveniente fortalecer las articulaciones de un perro desde que se encuentra sano. Así evitaremos que estas degeneren precipitadamente y causen malestar.

A continuación vamos a conocer algunos consejos que nos ayudarán a fortalecer las articulaciones. Siguiéndolos a lo largo de toda su vida, conseguiremos mejorar la calidad de esta. Como dice el dicho, siempre es mejor prevenir que curar.

Consejos para fortalecer las articulaciones de un perro

Con estos sencillos pero efectivos consejos lograremos fortalecer las articulaciones de nuestro y perro y mejorar su salud en general. Empieza a ponerlos en práctica desde ya y no esperes a que sea demasiado tarde.

Controla el peso

El principal motivo por el que sufren las articulaciones es el exceso de peso. Esta sobrecarga las va debilitando y aumenta el dolor que se siente cuando estas se desgastan. Por tanto, para fortalecer las articulaciones de un perro, debemos controlar su alimentación.

Como sucede con los humanos, el metabolismo se va ralentizando con la edad, por lo que según avanza esta, debemos reducir el aporte calórico. Si estamos acostumbrados a darle también de nuestra comida, hay que tener en cuenta que aunque sea un capricho, también aumenta las calorías totales que ingiere.

Mejora su alimentación

Aunque los preparados de pienso contienen todos los nutrientes necesarios, a veces es conveniente tomar complementos que nos ayuden a fortalecer las articulaciones. Especialmente cuando se trata de perros de avanzada edad o susceptibles de sufrir este tipo de patologías.

La L-carnitina y los ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 son muy importantes para fortalecer las articulaciones desde dentro. Los alimentos ricos en proteínas, como la carne o el pescado, ayudan a nutrir el colágeno que se encuentra en el interior de aquellas.

En lo referente a los aceites, el de coco, de semillas de linaza o el de Krill son muy buenos para fortalecer las articulaciones. Consulta con tu veterinario o en tu tienda de animales si tienes dudas sobre qué alimentos elegir.

Realiza ejercicios con frecuencia

El hecho de que los perros estén domesticados y habituados a vivir en casas, no significa que puedan tener una vida sedentaria como muchas personas. Los animales necesitan pasear varias veces al día y realizar actividades como correr y jugar. No solo se sentirán felices, sino que también ayudará a fortalecer las articulaciones.

Si mantenemos a nuestro perro en forma desde joven, sus músculos serán más fuertes y podrán soportar mejor las articulaciones. Cuando su edad sea más avanzada, su nivel de actividad será más suave, pero también disfrutará corriendo. Recuerda que fortalecer las articulaciones nos ahorrará muchos problemas futuros.

Con estos sencillos consejos podemos marcar una importante diferencia en la salud de un animal. Fortalecer las articulaciones de nuestro perro es prácticamente una obligación como dueños. Además, las horas de juego mejorarán el vínculo entre ambos.

Uno de los puntos más delicados para la salud de un perro son sus patas. La presencia de lesiones en ellas no sólo les dificultará el movimiento. También pueden incidir en su salud a la largo. Por lo tanto, es necesario cuidar las extremidades caninas para evitar y prevenir, en la medida de lo posible, los principales problemas en las patas del perro. Bastará con seguir unas sencillas pautas.

Algunos enemigos de las patas del perro

Además de los golpes ocasionales que pueden ocasionar lesiones a los perros en las patas, hay varios enemigos que van minando su salud. Uno de ellos es la edad. Tal como les pasa a los humanos, a medida que los perros van cumpliendo años su salud de va resintiendo. Cuando un perro ya tiene unos años, sus articulaciones van resintiéndose. Ya no son tan elásticas ni fuertes como antes. Por lo tanto habrá que vigilarlas con cuidado.

Para ello, conviene palpar sus patas con atención cada cierto tiempo, y comprobar que no tienen puntos donde tengan dolores. También hay que vigilar que caminen bien. Y ante la más mínima duda, acudir al veterinario. De esta manera, si el perro tiene una lesión en sus patas o en sus caderas, se puede diagnosticar en una fase temprana y tratar adecuadamente para mejorar la calidad de vida del animal.

Otro de los enemigos de las patas del perro es el sobrepeso. Si ya se combina con la edad, el sufrimiento que ambos factores provocan en las patas del perro puede ser bastante grande. Por suerte, se puede evitar y controlar mejor que los efectos de la edad. Basta con cuidar que el animal haga ejercicio suficiente y adecuado a su edad y estado. Y si aun así tiene tendencia a engordar más de lo debido, es recomendable cuidar su alimentación y cambiarla si es necesario. Así se evitarán daños a sus patas por culpa de un exceso de kilos.

Cómo prevenir problemas en las patas del perro

Cómo cuidar las patas de los perros

En el cuidado de las patas de los perros no hay que descuidar ninguna de sus partes. Algo que en principio puede parecer tan poco importante como las almohadillas sobre las que se apoya tienen que estar siempre lo más cuidadas posible. Así, hay que recortar periódicamente el pelo que aparezca en ellas. También hay que procurar que permanezcan limpias para evitar lesiones.

Tampoco hay que olvidarse de las uñas de los perros, que también necesitan una «manicura» de vez en cuando. En estos casos, lo mejor es llevarle al veterinario para ver qué tipo de cuidados necesitan o a un establecimiento especializado para que se las recorten y limen. Si te atreves, puedes hacerte con un cortauñas específico para perros, sobre los que puedes preguntar la veterinario, y cortárselas tú mismo.

También hay que procurar evitar que el animal camine sobre superficies muy frías, como el hielo, sin protección. Por tanto, si lo llevas a la nieve, algo que para muchas razas originarias de climas fríos es un placer, debes proteger sus patas con botas especiales. O bien, si tu perro no las tolera, aplicar cera protectora en sus almohadillas. Y tras la salida a la nieve, revisa sus almohadillas para evitar que se quede hielo pegado en ellas. Lo mismo sucede con el calor, por lo que hay que evitar que camine en verano sobre superficies muy calientes, como la arena de la playa.

Cuando un perro se va haciendo mayor, sus necesidades van cambiando. También los cuidados que debemos prestarles para que su vida siga siendo plena y de calidad cuando se convierten en perros senior. Por eso, a partir de cierta edad, pueden empezar los achaques. Y antes de lo que piensas. Por lo general, cada año de vida de un perro equivale a siete de un humano. Así que no pasa mucho tiempo hasta que un perro entra en la edad madura. Eso sí, antes de nada, hay que saber cuándo un perro puede considerarse senior.

Perros senior: ¿a qué edad pasan a serlo?

En general, se puede considerar que un perro se senior durante el último cuarto de su vida. Además, los perros pequeños y medianos se convierte en senior más tarde que los de gran tamaño. Por lo general, las razas más grandes pasan a ser perros senior hacia los siete u ocho años. En ocasiones, un año antes. Todo depende de su tamaño, porque cuanto más grande es la raza del animal, antes se le considerará senior.

Mientras, los perros de razas más pequeñas empiezan a considerarse senior hacia los 9 o 10 años, y su esperanza de vida también es mayor conforme se trate de razas más pequeñas.

Rodillera para perro

Qué distingue a un perro senior

Antes de nada, un perro senior no es en ningún caso sinónimo de un perro enfermo. Más bien se tratará de un perro que ha entrado en la madurez. Por lo tanto, cuenta con no pocas ventajas. Es un animal con cierta experiencia. En general, ya está enseñado y es más tranquilo que los cachorros y perros jóvenes.

Eso sí, esto no quiere decir que se haya convertido en un animal que no realiza actividades. Únicamente implica que no será tan amante de las aventuras como antes, y que empieza a gustarle seguir unas ciertas rutinas.

Qué cuidados dar a los perros senior

Con la madurez de un perro empiezan a aparecer los primeros achaques. También se hace necesario comenzar a controlar su salud con más cuidado. Así, será conveniente llevarle cada cierto tiempo al veterinario para que le haga un chequeo. Es la mejor manera para controlar los problemas que puedan aparecer en su dentadura, en su pelaje, su visión, etc. También para detectar las enfermedades asociadas al desgaste que provoca la edad.

Por otro lado, hay que cuidar su alimentación para evitar el sobrepeso, que aumenta en los perros senior debido a la reducción de actividad física asociada a la edad. Los perros senior que están pasados de kilos pueden sufrir varios achaques en las articulaciones con más frecuencia. En estos casos, las rodillas del perro pueden sufrir las consecuencias. Esto, añadido a que con la madurez las articulaciones de los animales pueden inflamarse y aparecer la artrosis, pueden provocarles problemas para caminar y dolores.

A pesar de todos los controles de peso y médicos, hay ocasiones en que no se puede evitar que aparezca la artrosis. En este caso, además de seguir los tratamientos recomendados por el veterinario, puedes ayudar a que se sienta mejor con un protector para la rodilla de sus extremidades afectadas. O si la artrosis afecta a sus caderas, con un arnés especial para ellas. Con él tendrá más estabilidad a la hora de desplazarse.

Problemas de rodillas más comunes

Aunque son mucho menos visibles que las nuestras, los perros también tienen rodillas. Y como nosotros, también experimentan dolor y sufren lesiones en ellas con frecuencia. Por si no estás familiarizado, vamos a hablar de los problemas de rodillas más comunes.

Problemas de rodillas más comunes

Los problemas de rodillas más frecuentes

Las causas por las que aparecen los problemas de rodillas pueden ser varias. Por ejemplo, una lesión o una condición propia de estas. La dificultad para identificarlos es que al andar a cuatro patas, sufrir cojera en una de ellas no le impide seguir avanzando.

Es por este motivo que debemos prestar atención con regularidad a nuestro perro. Detectar las patologías con rapidez nos ayudará a ponerles tratamiento y evitar que el daño pueda ir a más, llegando a producir lesiones irreparables.

Los problemas de rodillas que más comúnmente aparecen en los perros son las roturas de los ligamentos cruzados y la luxación en la rótula. En las razas de pequeño tamaño suele darse esta última, mientras que las lesiones en los ligamentos aparecen más en los de gran tamaño, especialmente si padecen de sobrepeso.

Otros problemas de rodillas que también pueden aparecer son las lesiones en el menisco o los desgarros en el ligamento. Estas podemos encontrarlas en perros de cualquier tamaño, ya que se deben con frecuencia a golpes o a movimientos bruscos. La articulación de la rodilla es bastante inestable en comparación con otras partes del cuerpo.

Síntomas de los problemas de rodillas

Cada perro podrá mostrar una sintomatología diferente, pero a grandes rasgos, los más comunes son los que a continuación detallamos:

  • Avanza con la pierna levantada y no es capaz de apoyarla y cargarle peso

  • Cojea con la pierna que está afectada

  • Aparición de dolor de forma repentina mientras juega o realiza ejercicios

  • Inflamación en la rodilla

Si observamos que nuestro perro parece tener problemas de rodillas, conviene acudir al veterinario para que le realicen un diagnóstico completo.

Cómo tratar los problemas de rodillas

Dependiendo de los problemas de rodillas que se padezcan, el tratamiento variará. Si la lesión consiste en un desplazamiento de la rótula, esta podrá colocarse en su sitio empujándola. No obstante, es el veterinario quien debe hacerlo. Si se trata de una luxación grave, es posible que se necesite cirugía.

Los problemas de rodillas por desgarros o roturas en los ligamentos suelen implicar cirugía en la mayoría de los casos. En función de la gravedad y la edad del perro, el reposo puede bastar. Puesto que se trata de lesiones dolorosas, habrá que dar analgésicos para calmar el dolor y la inflamación.

Si ha habido inmovilidad o cirugía, será necesaria también la rehabilitación para la recuperación progresiva de la fuerza muscular y la movilidad. Es posible también que necesitemos algún vendaje especial.

En Ortocanis disponemos de una amplia gama de productos orientados al bienestar de los animales y su recuperación de lesiones o patologías.

Cómo detectar la artrosis en los perros

Los animales funcionan de manera similar a las personas. Padecen enfermedades como nosotros, sus articulaciones se van degenerando con el paso de los años y se reduce su movilidad al tiempo que experimentan dolor. Hoy vamos a conocer cómo detectar la artrosis en los perros.

Cómo detectar la artrosis en los perros

Qué es la artrosis y cuándo aparece

Una articulación es la unión que existe entre los huesos y que nos permite movernos de la manera en que lo hacemos. Los extremos de aquellos están recubiertos por un cartílago protector, encargado de dar suavidad a los movimientos y de proteger de impactos.

Cuando este cartílago comienza a perderse o a debilitarse en su estructura, decimos que aparece la artrosis. Esta es, por tanto, una enfermedad crónica y degenerativa que afecta a las articulaciones, y que en algunos casos puede ser congénita. En consecuencia, aparece dolor y se va perdiendo la movilidad de forma progresiva. Estas son algunas claves para detectar la artrosis en los perros.

Tal y como le sucede a las personas que padecen esta enfermedad, los cambios en la meteorología generan malestar. Así, el frío, la humedad o las temperaturas muy elevadas agravan la sintomatología.

En perros de edad avanzada es frecuente que aparezca. Al contrario que en los perros jóvenes, el cartílago ha perdido nutrientes y disminuye el grosor y la flexibilidad. Sin embargo, los traumatismos o los golpes en las articulaciones pueden favorecer también su aparición. La diferencia al detectar la artrosis será que en un caso será general mientras que en el segundo será localizada.

Cómo podemos detectar la artrosis en nuestro perro

Sea joven o de edad avanzada, siempre debemos prestar atención a la movilidad de nuestro perro. Cualquier cambio que se perciba a tiempo será más fácil de corregir o de tratar que otro que se deja avanzar. Detectar la artrosis desde sus primeras fases nos ayudará a prolongar la movilidad del animal.

Problemas con las escaleras

Si tu perro ha comenzado a negarse a subir o bajar escaleras, es posible que acabes de detectar la artrosis. Este tipo de movimientos suponen un impulso o una carga del propio peso que, en el caso de padecer debilidad en las articulaciones, puede suponer un esfuerzo importante.

Encorvamiento

Otra forma de detectar la artrosis es por el encorvamiento. La reducción en los movimientos hace que sea costoso estirarse completamente. De este modo, las extremidades o la columna pueden comenzar a curvarse en exceso.

Falta de energía

Si llega la hora del paseo o le propones a tu perro jugar y ya no responde con la ilusión de antes, tienes ante ti otro síntoma para detectar la artrosis. Lo más probable es que le cueste levantarse o realizar movimientos bruscos.

Cojeras

Las cojeras intermitentes también nos ayudan a detectar la artrosis. Una cojera que llega y desaparece puede deberse a una articulación que comienza a perder fuerza. Si además se queja cuando lo tocamos o evita que lo hagamos, es probable que sienta dolor.

Si crees haber podido detectar la artrosis en tu perro, acude a tu veterinario lo antes posible para que les haga un estudio radiológico. Aunque se trata de una enfermedad degenerativa, existen muchos tratamientos para prolongar su movilidad.

Los perros que sufren una operación tienen que pasar por un periodo de descanso y cuidados para volver a su vida normal. Por lo tanto, la recuperación de perros requiere cuidados especiales que en muchos casos dependen del tipo de operación que han sufrido.

Independientemente de esto, habrá que tener en cuenta una serie de pautas a seguir cuando el animal sale del veterinario y llega a casa. De esta manera estará más cómodo y su recuperación le resultará más llevadera

Rodillera para perro

Qué hacer para ayudar a la recuperación de perros tras una operación

Mientras el perro está todavía en la clínica veterinaria, conviene ir acomodando su zona de descanso de acuerdo a su estado. Es conveniente mantenerlo especialmente limpio y ventilado. Y lo más tranquilo posible para que el animal pueda estar relajado y sin sobresaltos.

Durante los primeros días, y en función de la gravedad de la operación, es conveniente que no haga mucho ejercicio. Sólo debe salir para hacer sus necesidades. Y en estos casos, no hay que dejarle que se aleje.

También hay que tener mucho cuidado de su herida, y evitar que se la lama. Aunque en muchos casos, que un perro se lama una herida es bueno, si esta tiene puntos no es aconsejable. Podría quitarlos antes de tiempo, y la herida se abriría. Así que, si el animal comienza a lamerse la herida de la operación, hay que hacer todo lo posible para evitarlo.

La manera más sencilla es colocarle un collar que rodee su cabeza, con forma de campana abierta. Este collar, de plástico transparente, impide que pueda hacerlo, y es molesto para el perro. Sin embargo, es la mejor manera de evitar problemas con las heridas.

También hay que recordar darle la medicación que le hayan prescrito. Y hacer que beba abundante líquido. Sobre todo, en las horas posteriores a la operación, para que expulse la anestesia.

Limpieza de la herida

Además de cierta medicación, el veterinario recomendará al propietario de los perros operados cómo hay que cuidar la herida. Sobre todo, cómo tiene que limpiarla para evitar infecciones.

En general, habrá que utilizar para ello una solución antiséptica dos o tres veces al día. Y vigilar con atención la herida para que no haya problemas. Por supuesto, ante cualquier alteración que presente, hay que acudir al veterinario para descartar problemas.

Ayudas externas en operaciones de extremidades

Las operaciones en las extremidades son algunas de las más molestas para los perros. No pocas, además, tardan bastante tiempo en curar. Y algunas incluso requieren rehabilitación específica para que el animal pueda recuperar la movilidad en ella. Siempre y cuando, claro está, que la herida ya esté completamente cerrada y cicatrizada.

En estos casos, el perro puede necesitar algún tipo de soporte o de protector no sólo para evitar hacerse daño. También para poder tener más firmeza en el uso de la pata afectada. Por ejemplo, en el caso de fracturas óseas, puede ser aconsejable ponerle una férula. O sencillamente, un protector o un soporte, que puede ser de rodilla, carpo, tarso, cadera, etc. Con ellos, el perro se sentirá más seguro a la hora de desplazarse.

Cómo identificar el dolor en los perros

De igual modo que les sucede a los humanos, los perros también pueden experimentar dolor y malestar por múltiples motivos. Puesto que ellos no suelen quejarse, debemos saber cómo identificar el dolor para poder llevarles al veterinario.

Cómo identificar el dolor en los perros

Cómo podemos identificar el dolor

Muchos perros no exteriorizan su malestar. Por tanto, hay que prestar atención a su comportamiento para darnos cuenta de si les pasa algo. Si nos fijamos en los detalles, podremos identificar el dolor que estén experimentando y tomar medidas. A continuación vamos a conocer varias señales que pueden esconder un problema.

Se esconden

Cuando los perros sienten miedo tienden a esconderse. Esto lo hacen para refugiarse en algún sitio tranquilo en el que se sientan a salvo. También, cuando se encuentran mal, utilizan este recurso, como medio para descansar y soportar mejor la enfermedad o recuperarse de lesiones. Aunque también se debe a un instinto que les hace protegerse de los depredadores cuando se encuentran débiles.

Así, si observamos que nuestro perro se está escondiendo bajo la cama o los sofás, es una señal para identificar el dolor. Si no hay ruidos externos atípicos ni visitas en casa, puede ser un buen momento para llevarle al veterinario.

Pérdida del apetito

Dicen que cuando el cuerpo está enfermo solicita menos comida para centrarse en combatir el virus que lo ataca. Los perros también muestran este comportamiento, por lo que es una ayuda para identificar el dolor o malestar.

Cuando no se superan las 24 horas sin comer no se considera grave. Sin embargo, es conveniente que el perro se mantenga al menos hidratado. Si esta actitud de inapetencia persiste y no logramos identificar el dolor, debemos acudir al veterinario.

Cojeras o dificultad para andar

La señal más evidente para identificar el dolor en los perros es la cojera. Cuando algo les duele o molesta pisan con dificultad o levantan una de las patas. No obstante, puesto que su resistencia es bastante fuerte, hay que observarles con regularidad. De lo contrario, una cojera leve podría pasar desapercibida y no podríamos identificar el dolor.

Una cojera puede deberse a que han pisado algún objeto pequeño y se les ha quedado entre los dedos, se han cortado o se han hecho una lesión más grave como un esguince o una fractura. En estos casos será el veterinario quien haga el diagnóstico.

Aumento del sueño

Otra señal para identificar el dolor es el aumento de las horas de descanso. Hay ciertas épocas, como los cambios estacionales, en los que podemos necesitar dormir más. Pero cuando esta actitud persiste y afecta a su interés por el juego e incluso los paseos, hay que preocuparse.

Podemos probar a darles otros estímulos y así identificar el dolor en caso de que exista. Si continúa sin responder lo más recomendable es llevarles al veterinario para que determinen allí qué les sucede.

Gemidos y ladridos

Otra de las señales más evidentes para identificar el dolor en los perros son sus propias quejas. Aunque no es lo más frecuente, algunos pueden lloriquear o gemir para llamar nuestra atención. Por otra parte, pueden ayudarnos a localizar la molestia, ya que al palpar la zona dolorida probablemente se quejarán.

Para poder identificar el dolor en los perros tenemos que volvernos observadores. De esta manera, ninguna molestia pasará desapercibida y podremos tratarles con rapidez. Recuerda que cuanto antes localicemos un problema, mayores serán las probabilidades de recuperarse correctamente.

Ayudas para perros con artrosis

Cómo tratar las fracturas de hueso en los perros

Cuando hablamos de fracturas sabemos que hacen referencia a un hueso roto. Sin embargo, no todas las fracturas de hueso en los perros son iguales ni resultan tan evidentes como pensamos. Aprende a detectarlas y a darles el tratamiento adecuado para acelerar la recuperación.

Cuáles son los tipos de fracturas de hueso en los perros

Las fracturas de hueso en los perros se agrupan en diferentes tipos en base a sus características. De este modo, podemos distinguir entre las cerradas, las compuestas, la fractura epifisiaria y las que son en tallo verde.

Cuando se trata de una fractura cerrada, la piel se encuentra en estado normal. Es decir, no, aunque hay una rotura, no hay señales en la superficie de la zona afectada. Sin embargo, las fracturas de hueso en los perros compuestas sí que presentan una rotura también de la piel, a través de la cual aquel sale hacia el exterior.

Estas fracturas de hueso en los perros presentan un riesgo muy alto. Al sobresalir, está en contacto con gérmenes del exterior, lo que pude dar lugar a una infección. Puesto que nos permiten detectarlas fácilmente, debemos acudir al veterinario de inmediato.

En cuanto a los otros dos tipos de fracturas de hueso en los perros, las de tallo verde con pequeñas fisuras. Esto es, el hueso no ha llegado a romperse. Y las epifisarias son las que se producen en zonas de hueso blanda en perros que aún están creciendo. Se les llama placas de crecimiento y son las partes que van aumentando de tamaño.

Salvo las de tallo verde que no llegan a ser fracturas, las demás pueden ser a su vez simples o compuestas. En las primeras el hueso se rompe en un par de pedazos únicamente, mientras que en las compuestas lo hace en más.

Tratamiento de las fracturas de hueso en los perros

Lo más importante para evitar que el daño vaya a más es detectar las fracturas de hueso en los perros a tiempo. De lo contrario, podrá afectarle a la movilidad o al funcionamiento de su cuerpo. A la hora de tratarla, varios factores influirán, como la edad, el tamaño del animal, la zona de la fractura y el tipo de la misma.

Por norma general se realizará una radiografía de la parte afectada y se valorará así la posibilidad de realizar cirugía. En cualquier caso, esta zona deberá ser inmovilizada una vez que el hueso esté alineado. Así permitiremos que vuelva a sellarse y a funcionar correctamente.

Si se trata de un hueso importante, y especialmente en las extremidades, en muchos casos habrá que seguir una rehabilitación cuando haya soldado. Gracias a ella el animal irá recuperando la movilidad y la fuerza. Al haber estado inmovilizado, la musculatura suele debilitarse, por lo que hay que reactivarla de manera paulatina.

En Ortocanis tenemos disponibles férulas ortopédicas de diferentes tipos que nos ayudarán a tratar las fracturas de hueso en los perros. Además, puedes encontrar colchonetas para la rehabilitación y varias opciones para la recuperación de la fuerza. ¡Recuerda acompañarlas todas de mucho amor y paciencia!