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Introducción a la Luxación de Rótula en Perros

Se habla de luxación de rótula en los perros, cuando la rótula, pequeño hueso localizado delante de la articulación de la rodilla y que es necesaria su correcta posición para un buen funcionamiento de la extremidad del animal, se sale de su sitio, tróclea, provocando dolor y debilidad funcional en el perro.

Dentro de las luxaciones, la luxación medial es la más frecuente. Surge en un 80% de los casos mientras que, la lateral sólo se da en un 20%. Entre el  30% y 50% de los casos es bilateral y, más frecuente en hembras que en machos, sobretodo de razas pequeñas y toys.protector-rodilla-canina-perro articulada

Las luxaciones laterales pueden darse en razas pequeñas adultos y en cachorros de razas grandes y gigantes.

Es una patología que se caracteriza por un mal alineamiento del miembro, se producen deformaciones durante el desarrollo del animal, que hacen que la rotula se salga de su lugar. Puede ser debida a una enfermedad congénita o, en algunos casos producida por un traumatismo.

Es conveniente que, los perros que sufren esta patología congénita, no se usen en reproducción ya que se trasmite a través de las generaciones.

Hay perros que tienen luxación de rotula por causa de un traumatismo. En estos casos generalmente la luxación va asociada a una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla.

 

Tipos de Luxaciones de rótula en perros

Dependiendo de los signos clínicos y posteriormente de los resultados radiológicos, se pueden clasificar las luxaciones en 4 grados:

patellar lux_fGrado I – Luxación de rótula intermitente causando cojera de la extremidad cuando está fuera de su sitio. En el examen dinámico, a cada tres o cuatro pasos levantan la pata flexionando la rodilla o dan un pequeño saltito.

Grado II – Luxación que se produce con más frecuencia que en el Grado I. La rótula se luxa fácilmente. Hay una ligera rotación externa de la pierna. Muchos perros viven con este grado durante años antes de la artritis progresiva  y manifiestan una cojera o causas más graves.

Grado III y IV – La rótula está de forma permanentemente luxada, con rotación externa muy notable de la pierna. Hay cojera moderada. Si es bilateral, los perros andan con las patas arqueadas, girando los pies hacia el interior y cargando el peso en las extremidades anteriores. En los casos más graves se puede confundir con problemas en las caderas.

Además, el animal presenta dolor, crepitaciones y aumento de la sensibilidad en la rodilla, lo que conduce a que éste disminuya su actividad, incluso se niegue a subir y bajar escaleras, del coche o del sofá.

Tratamientos para Luxación de rótula en perros:

El tratamiento depende del grado de luxación y cojera, pero en la mayoría de los casos se requiere tratamiento quirúrgico consistente en la reparación de tejidos blandos, la reconstrucción ósea o, una combinación de las dos. Hay infinitas técnicas y el veterinario traumatólogo escoge la o las más indicadas en cada caso.

luxación de rótula

Entre las técnicas más utilizadas encontramos: Superposición del retináculo medial o lateral, superposición de la fascia lata, sutura antirrotacional de los ligamentos rotuliano y tibial., desmotomía/capsulectomía, liberación del cuadriceps, trocleoplastia (condroplastia troclear, resección sulcoplastia, sulcoplastia troclear), transposición de la tuberosidad tibial, patelectomía, osteotomía…

Ortesis Como Tratamiento Innovador para luxación de rótula en perros

Como novedad se estan aplicando ortesis para la luxación de rodilla como un medio de tratamiento conservador ortopédico que permite mantener la rótula dentro de los condilos femorales y evitar dolor e inestabilidad. Estas ortesis estan hechas a medida y son muy útiles en casos donde la cirugía ha fracasado, no se pueda o no se quiera operar por diferentes razones.

Marta Subirats & Toni Ramon

Fisioterapeutas de animales

Equipo técnico de Ortocanis

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La displasia de cadera es un problema muy frecuente en determinadas razas: BullDog, Dogo de Burdeos, San Bernardo, Mastín Napolitano, Pastor Alemán, Rottweiler, Golden… todas ellas presentan una incidencia por encima del 20%.

La displasia es una enfermedad multifactorial, multigénica y hereditaria, es decir, son varios los factores que predisponen y causan la displasia de cadera, son varios los genes implicados en su aparición y tiene carácter hereditario.

Los factores ambientales cada vez son más importantes en el desarrollo de la displasia de cadera, es necesario el factor genético para desarrollar la enfermedad pero este no es el único factor. La genética es un factor necesario pero no excluyente, es decir se puede tener la predisposición genética y no desarrollar la enfermedad pero si no se tiene predisposición esta seguro que no se desarrolla.

Existen varios grados de displasia, y también aquellas que aparecen cuando el perro es cachorro o las que dan problema ya en edad adulta; pero en este artículo nos centraremos en el tratamiento y específicamente en el tratamiento de la displasia a los perros jóvenes.

Clasificación de los grados de displasia según la OFA :

Grado I: mínima alteración con pequeña subluxación y escasos cambios degenerativos.

Grado II: marcada subluxación lateral de la cabeza femoral, cuyo 25-50 % está fuera del acetábulo.

Grado III: el 50-75 % de la cabeza femoral está fuera del acetábulo; hay cambios degenerativos importantes.

Grado IV: luxación de la cabeza femoral con aplanamiento del borde acetabular y la cabeza femoral; hay cambios degenerativo importantes.

La presentación en el perro joven es radiografia cadera cachorronormalmente entre los 5 y los 6 meses y viene marcada por una cojera importante.

No se considera que un perro está libre de displasia hasta que con dos años de edad ya cumplidos no se observan problemas ni incongruencias en las radiografías de control.

La alimentación es uno de los factores que predispone a la aparición de displasia de cadera, desequilibrios Calcio-Fósforo que debe guardar una correlación Ca1.6% – P1.1% y sobretodo no sobrealimentar ni aportar en exceso proteínas nos permite minimizar la incidencia de displasia de cadera. Una alimentación hipocalórica a partir de los 3 meses y hasta los 8 meses protege de la displasia sobretodo a perros con un rápido crecimiento. El exceso de peso a los 60 días es otro de los factores que predispone a la enfermedad.

La displasia de cadera en el cachorro debuta normalmente a partir de los 5 o 6 meses, antes no es posible observar ningún problema y el perro ha sido completamente normal y se ha desarrollado de forma normal. El debut suele presentarse como una cojera aguda que impide al perro jugar como lo había hecho hasta la fecha. Podemos observar cambios en las ganas de jugar, negativas a la hora de salir de paseo, de relacionarse con otros perros o con los propietarios. Son frecuentes los cambios de humor, los resbalones frecuentes de las patas traseras, la incomodidad e incluso rehúse a ser tocado y el hecho de “huir” de los niños en perros que hasta hace pocos días eran juguetones y cariñosos.

Algunas veces al cumplir el 90% del crecimiento entre los 8 y los 11 meses los signos pueden reducirse e incluso llegar a desaparecer. De todas maneras la displasia permanece y en muchos casos los problemas reaparecen pasado un tiempo y más temprano que tarde aparecen signos de artrosis en las caderas.

Los signos clínicos más frecuentes son:

Cojera que puede aumenta con el ejercicio

Caminar y trotar con balanceo de caderas

Rigidez matutina

Dificultad para levantarse

Atrofia muscular

Negativa a moverse

Cambios en el humor

Dolor a la palpación

Signo de Ortolani.

Aunque existen métodos quirúrgicos: escisión del músculo pectíneo, triple osteotomía de cadera, artroplastia de la cabeza femoral, osteotomía de pubis, forage, prótesis de cadera al mayoría se practican cuando el perro es joven para, supuestamente disminuir la posibilidad de artrosis coxofemoral secundaria en la edad adulta. La prótesis de cadera debe reservarse para casos graves y una vez ha finalizado el crecimiento.

El tratamiento médico se basa en antiinflamatorios, podemos empezar por antiinflamatorios naturales, como inflamex, que no contiene substancias medicamentosas, si no obtenemos los resultados esperados pasar a los Aine’s y en casos extremos se recurre a córticos. Debemos incluir los nutracéuticos sobretodo los condroprotectores ya que reducen la incidencia de artrosis y protegen el cartílago articular. Éstos son usados en perros sénior de forma muy general pero son muy útiles como protector articular en perros en crecimiento, existen condroportectores específicos para perros jóvenes. La reducción de peso, el ejercicio moderado y sobretodo regular son otros de los puntos básicos, así como las mejoras en el entorno y el hecho de dormir en un colchón especial para perros mayores y en un lugar cálido y alejado de humedades.

La fisioterapia canina puede ayudar mucho a desarrollar mejor la musculatura a reducir el dolor, a sacar tensiones y eliminar compensaciones que el perro ha realizado con las posturas incorrectas y las posiciones antiálgicas. Ésta se basará en TENS, ultrasonidos, ejercicios terapéuticos, el uso de la hidroterapia, laser, ondas de choque…

La principal mejora en el entorno es dormir en un buen colchón terapéutico, no pasar frío ni exponerse a mucha humedad, utilizar en invierno un abrigo térmico para perro, a poder ser una manta canina terapéutica que se puede utilizar todo el año.

Podemos ayudar de muchas manera a nuestro perro con displasia de cadera, el ejercicio físico regular nos puede ser de mucha utilidad al mejorar la masa muscular que hace soportar mejor la mala congruencia articular, evitar los impactos, los saltos o las carreras descontrolas durante la presentación del cuadro son también elementos importantes. La fisioterapia y los masajes permiten tener siempre al perro en un estado muscular correcto, y todos los tratamientos coadyuvantes como son la acupuntura, masajes, reiki, flores de bach… también pueden colaborar en el tratamiento. La última novedad son los soportes de cadera que ayudan a estabilizar la pelvis, dan soporte y mejoran mucho la calidad de vida de nuestras mascotas.

Toni

Equipo Ortocanis.com

Espondilosis Deformante en perros

DEGENERACIÓN DE LA COLUMNA VERTEBRAL EN PERROS

La espondilosis deformante es una enfermedad degenerativa, no inflamatoria de la columna vertebral, caracterizada por la producción de espolones óseos en la parte inferior, los lados, y el área superior de las vértebras de la columna vertebral. Estos espolones son simplemente causados por el crecimientos del hueso, por lo general crecen en respuesta al envejecimiento o a una lesión.

En perros, la espondilosis deformante se presenta con mayor frecuencia a lo largo de la columna vertebral, en la zona posterior del tórax, y en la parte superior de las vértebras de la espalda baja. Los perros mayores de edad y de razas grandes se encuentran en mayor riesgo de desarrollar espondilosis deformante.

  SÍNTOMAS

*Los pacientes suelen ser asintomáticos, el crecimiento del hueso se puede sentir al tocar a su mascota antes de percibir cambios en su comportamiento a raíz del crecimiento

  • La fractura de espolones o puentes puede provocar dolor
  • Rigidez
  • Movimiento restringido
  • Dolor

  CAUSAS

*Microtraumatismos repetidos – presión reiterada en las mismas articulaciones o huesos, a través de ciertos ejercicios u actividades
*Traumas importantes – el cuerpo responde al tratar de crecer hueso nuevo
*Predisposición a los espolones por herencia

  DIAGNÓSTICO

Su veterinario le hará un examen físico completo a su perro, incluyendo un perfil bioquímico, un hemograma completo, un análisis de orina, y un panel de electrolitos, con el fin de descartar o confirmar otras enfermedades, como el cáncer. Usted tendrá que dar una historia completa de la salud de su perro, incluyendo antecedentes de fondo de los síntomas, el inicio de los síntomas, y los posibles incidentes que pudieron haber precipitado esta condición.
Las imágenes de rayos X del tórax y el abdomen (vista lateral) son esenciales para el diagnóstico de espondilosis deformante. Los rayos X revelan osteofitos (crecimientos óseos pequeños) en las vértebras, o en casos más avanzados un osteofito se puede encontrar como un puente en el espacio entre las vértebras.

Su médico puede elegir entre varios otros tipos de pruebas con el fin de llegar a una conclusión definitiva. Una mielografía, utiliza la inyección de una sustancia radiopaca para obtener una imagen interior; la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM) también son opciones. Estos procedimientos pueden ayudar a su veterinario a encontrar un espolón óseo que puede estar poniendo presión sobre la médula espinal o los nervios de su perro (lo que provoca reacciones neurológicas).

TRATAMIENTO

faja para el dolor de la espalda de perroPor lo general, los pacientes con espondilosis deformante no muestran síntomas externos anormales de crecimiento inicial de hueso. Debe realizarse un examen neurológico para descartar una patología de la columna que requiera cirugía. De lo contrario, si el crecimiento ha alcanzado el punto de dañar los nervios y el tejido, y su mascota sufre dolor intenso, o si su veterinario se ha decidido por una solución quirúrgica, su perro será hospitalizado. En circunstancias normales, cuando el daño al cuerpo es mínimo, y su perro siente poco malestar y dolor, el padecimiento será tratado en forma ambulatoria, con reposo estricto y analgésicos recetados para un tratamiento casero. Se administran medicamentos para el dolor después de sus comidas. Para acelerar la recuperación y a partir de los cuatro días de la intervención se pueden utilizar abrigos térmicos o fajas de columna para perros (consultar a su veterinario). La acupuntura también puede proporcionar alivio del dolor para algunos animales.

VIDA Y GESTIÓN

Dependiendo de la severidad de los síntomas, su veterinario programará controles para dar seguimiento al progreso de su perro. Sólo dé medicamentos para el dolor cuando su perro esté mostrando signos de malestar (después de una comida), y sólo en la cantidad exacta que se le recetó, a menos que su veterinario indique lo contrario. La sobredosis de drogas o medicamentos es una de las causas más comunes de muertes no intencionales en mascotas. Usted tendrá que proporcionar un lugar seguro y tranquilo para que su perro pueda descansar, lejos de otros animales domésticos y niños activos. Durante este tiempo, limítese a dar paseos lentos por el barrio. Cuando su perro no muestre signos de malestar durante varias semanas puede regresar lentamente a la actividad normal.

Fuente: Venfido
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¿Qué es el sistema propioceptivo?

Es el sistema mediante el cual, el cerebro recibe la información sobre la posición y el movimiento de las partes del cuerpo entre sí y en relación con su base de soporte. Esto se produce a través de una serie de receptores distribuidos por todo el organismo. La sensibilidad propioceptiva es extraordinariamente importante en la vida de relación del perro.

Dentro del examen de fisioterapia (músculo-esquelético o neurológico), siempre se valorará el sistema propioceptivo para  tener una referencia y una pautas con las que establecer el plan de tratamiento. A veces las mismas técnicas que nos sirven para valorar al animal, nos sirven después para rehabilitarlo.

Reacciones posturales

  1. Reacción posicional o propiocepción consciente
    1. Poner la cara dorsal de la extremidad en contacto con el suelo. El animal debería rectificar al instante a la posición normal.
    2. Poner la extremidad del animal en abducción o aducción. En este caso también debería rectificar al instante hacia la posición inicial.
    3. Colocar una hoja de papel de manera que el perro apoye las almohadillas. Desplazar la hoja lateralmente en extremidades torácicas y caudolateralmente para las extremidades pelviana. Al percibir el estímulo de movimiento, debe recolocar la extremidad correctamente.
  2. Hemiestación
    1. Se debe coger las extremidades de un hemicuerpo  y mover al animal hacia el lado opuesto para ver si es capaz de aguantar el equilibrio.
    2. En el caso de lesiones musculo-esqueéticas también es posible valorar la extremidad afectada cogiendo solo el miembro opuesto o una de las anteriores y valorar la reacción de equilibrio que presenta el animal (uniestación)
  3. Hemimarcha
    1. Es exactamente el mismo ejercicio que la hemiestación solo que el animal deberá moverse sobre los dos miembros.
  4. Prueba del salto
    1. Sosteniendo el animal y evitando que apoye tres de sus cuatro extremidades, desplazarlo lateralmente. Deberá hacer pequeños saltitos.
  5. Prueba de la carretilla
    1. Hacer que se desplace con sus extremidades torácicas sujetándole por la zona pelviana. Realizarlo con la cabeza del animal en posición alta para evitar que mire donde poner las manos.
  6. Prueba de la reacción de impulso postural extensor
    1. Coger al animal por las axilas en posición vertical y descenderlo lentamente. Cuando sus extremidades posteriores toquen el suelo, las extenderá caudalmente en un movimiento de marcha, anticipándose al desplazamiento.
  7. Reacción visual y táctil
    1. Sosteniendo al animal se acerca al borde de una mesa hasta tocarla. Debe colocar su extremidad encima de la mesa al instante. Valoraremos sensibilidad visual y propioceptiva. Se debe repetir tapándole los ojos, así  valoraremos sensibilidad táctil y propioceptiva.

Equilibrio en estación y en dinámica

Se puede valorar el equilibrio del animal provocándole algunas de las reacciones posturales citadas anteriormente o bien, creando desestabilizaciones del animal en estática y durante la marcha.

Durante la marcha se puede dar pequeños golpecitos hacia los lados para ver cómo reacciona. Si el animal tiene su equilibrio correcto va a seguir andando en línea recta sin modificar ni su estado ni su ritmo.

Coordinación

Se puede valorar la coordinación mediante círculos, ochos, subidas, bajadas, cambios de velocidad, diferente terrenos con pequeñas  dificultades entre medio.

 

Redacción Ortocanis

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La habilidad de un perro para moverse y realizar sus actividades diarias depende de la capacidad del cerebro, la columna vertebral, los nervios, y los músculos para coordinarse en conjunto.

Este complejo sistema de comunicación intercambia información cuando los nervios en el cerebro envían mensajes hacia el cuerpo sobre el medio ambiente exterior, y el cuerpo envía mensajes al cerebro sobre lo que está experimentando en el ambiente. Estos mensajes se transmiten a través de los nervios en la médula espinal, que están incrustados en la columna vertebral o espina. Juntos, los nervios del cerebro y la médula espinal conforman el sistema nervioso central. Un trauma en cualquier parte de las vías nerviosa puede dar lugar a una mala comunicación, o a la falta total de comunicación entre el cerebro y el cuerpo, generando una incapacidad para coordinar los movimientos del cuerpo.

Silla de ruedas para perro

La columna vertebral se compone de un conjunto de 24 huesos llamados vértebras, que están separados entre sí por pequeños cojines llamados discos intervertebrales. Juntos, las vértebras y los discos intervertebrales protegen la columna vertebral de daños. Los traumatismos en las vértebras o en los discos pueden crear vulnerabilidad en los nervios de la médula espinal, dando lugar a nuevos trastornos a la vía neural.

Cuando un perro experimenta parálisis, a menudo es porque la comunicación entre la médula espinal y el cerebro ha sido interrumpida. En algunos casos, el perro no es capaz de mover sus piernas, un estado de parálisis total, y en otros casos, aún puede haber cierta comunicación entre el cerebro y la columna vertebral, y el perro sólo aparentará debilidad o tendrá dificultad para mover sus piernas, una condición conocida como: parálisis parcial. También hay casos en los que un perro puede estar paralizado de las cuatro patas (tetraplejia), y en otros, el perro puede ser capaz de controlar el movimiento en algunas de sus piernas, pero no todas. Esto se determina por la ubicación del trauma, ocurrido en el cerebro, la columna vertebral, los nervios o los músculos.

Algunas razas son más propensas que otras. Los perros que están cerca del suelo con la espalda alargada, como el perro salchicha y el basset, son comúnmente afectados por la rotura de los discos vertebrales al ejercer presión sobre la médula espinal, una condición conocida como enfermedad del disco intervertebral. Algunas razas están genéticamente predispuestas a una condición llamada mielopatía degenerativa (MD), una enfermedad que ataca a los nervios en el lomo de los perros más viejos (más de siete años). Se trata de una acción lenta, un trastorno progresivo que finalmente conduce a la parálisis de las patas traseras. Las razas afectadas por esta enfermedad son el corgi galés, boxer, pastor alemán, perro perdiguero de la Bahía de Chesapeake, y setter irlandés.

Síntomas:

  • No es capaz de mover las cuatro patas (tetraplejia)
  • No es capaz de mover las patas traseras (paraplejia)
  • Camina con las patas delanteras mientras arrastra las patas traseras
  • Es posible que haya dolor en el cuello, la columna vertebral o las piernas
  • No puede orinar
  • No es capaz de controlar la micción, goteo de orina
  • No es capaz de controlar la defecación
  • Estreñimiento

Causas:

  • Mielopatía degenerativa canina (MD) – relacionado con el gen de pastor alemán, boxer, corgi galés, perro perdiguero de la Bahía de Chesapeake, edades de 7-14 años; la causa es desconocida
  • Deslizamiento de los discos en la espalda – la enfermedad del disco intervertebral
  • Espondilodiscitis – infección bacteriana o viral en los huesos de la columna (vértebras)
  • La infección o inflamación de la columna vertebral
  • Moquillo
  • Meningomielitis – infección viral o bacteriana del cerebro, dando lugar a una mala comunicación de los impulsos de los nervios
  • Polimiositis – infección o inflamación en los músculos
  • Polineuritis – inflamación de los nervios
  • Embolia – obstrucción del flujo sanguíneo a la columna vertebral
  • Embolia aórtica – obstrucción del flujo sanguíneo a las piernas traseras
  • Tumores o cáncer en la columna vertebral o el cerebro
  • Parálisis por garrapata como resultado de las picaduras de garrapatas
  • Fiebre de las Montañas Rocosas
  • Botulismo – toxinas bacterianas
  • Miastenia Gravis – debilidad muscular severa
  • Embolismo fibrocartilaginoso el líquido del interior de un disco lesionado entra en el sistema arterial y se instala en la médula espinal, la creación de una embolia permanente, o bloqueo, es irreversible, pero no progresiva
  • Hipotiroidismo – Nivel bajo de la tiroides
  • Lesión en la columna vertebral
  • Malformación de la columna vertebral o vértebras

Diagnóstico:

Usted tendrá que dar un historial completo de la salud de su perro, el inicio de los síntomas y las posibles incidencias que hayan podido dar lugar a esta condición, tales como picaduras de garrapata, o lesiones recientes por saltar o caer. Durante el examen físico, su veterinario prestará mucha atención a qué tan bien su perro es capaz de mover sus piernas, y lo bien que es capaz de responder a las pruebas de reflejos. El veterinario también pondrá a prueba la capacidad de su perro para sentir dolor en las cuatro patas, el control de la cabeza, la columna vertebral, y las piernas en busca de signos de dolor y el estado de alerta al tacto.Perro atropellado y rescatado por perrera de barcelona

Todas estas cosas le ayudarán a su veterinario a ubicar el lugar en la columna vertebral de su perro, donde los nervios o los músculos están teniendo problemas. Las pruebas básicas de laboratorio incluyen un conteo sanguíneo completo, un perfil bioquímico y un análisis de orina, ellas pueden determinar si su perro tiene una infección-bacteriana, un virus o una reacción de toxinas, que está interfiriendo con las vías nerviosas. Las imágenes de rayos X de la columna vertebral pueden mostrar evidencia de una infección, una malformación de las vértebras, o una hernia de disco que está presionando contra la médula espinal. Otras condiciones que pueden conducir a la interrupción de las vías nerviosas pueden ser evidentes en una radiografía, como tumores, obstrucciones, o nervios inflamados.

En algunos casos, su veterinario puede ordenar una radiografía especial llamada mielograma. Este proceso utiliza una inyección con un agente de contraste (colorante) en la columna vertebral, seguida de imágenes de rayos X que permitirán al médico ver la médula espinal y las vértebras con más detalle. Si estas técnicas de imagen no son útiles, su veterinario puede ordenar una tomografía computarizada (TC), o una resonancia magnética (IRM) del cerebro y la columna vertebral de su perro, los cuales ofrecen una imagen muy detallada. En algunos casos, su veterinario puede tomar una muestra del líquido alrededor de la columna vertebral, para el análisis, o muestra de los músculos o las fibras nerviosas para una biopsia. Estos análisis pueden determinar la presencia de una infección en el cerebro o la columna vertebral.

Tratamiento:

El curso del tratamiento dependerá de la causa de la parálisis. Si su perro no puede caminar, orinar, o defecar por sí mismo, lo más probable es que sea admitido en el hospital mientras su veterinario trabajará para entregar un diagnóstico. A partir de ahí su veterinario realizará un seguimiento de la recuperación y el progreso de su perro. Si su perro tiene dolor, se le dará medicamento para ayudar a controlar el dolor, la vejiga se vacía varias veces al día por catéter, y su perro será movido físicamente para asegurarse de que no le salgan úlceras por permanecer en un mismo lugar durante demasiado tiempo. Existen varios productos que le ayudarán a pasar tiempo quieto sin dañarse, como por ejemplo los colchones. Si la causa de la parálisis es una infección o una hernia discal, la condición será tratada ya sea con medicamentos, cirugía, o terapia. Los medicamentos anti-inflamatorios a poder ser naturales y específicos como imflamex se utilizarán para reducir la inflamación de los nervios. Los tumores u obstrucciones del flujo sanguíneo pueden ser reparados quirúrgicamente, dependiendo de la vulnerabilidad de la ubicación. Algunos perros paralizados se recuperan muy rápidamente. Dependiendo de la severidad de la enfermedad, su perro se puede permanecer en el hospital hasta que sea capaz de caminar, o su veterinario decidirá enviar a su perro a casa con una guía para proporcionar cuidados y la recuperación en el hogar. Su veterinario establecerá un plan para revisar el progreso del tratamiento de su perro y ajustarlo en consecuencia.

¡vida y mucha!

perro-rodilla-en-la-calleSu veterinario le ayudará a hacer un plan para el cuidado de su perro en casa. En ocasiones, el perro puede resistirse a los cuidados debido al dolor, pero el cuidado asertivo y suave le ayudará a disminuir las reacciones de temor.

Es importante que cuide a su perro correctamente para que pueda recuperarse completamente. Siga con cuidado todas las instrucciones de su veterinario. Si su veterinario ha prescrito medicamentos, asegúrese de administrar todo el tratamiento, incluso después de que su perro aparente haberse recuperado por completo. En la mayoría de casos, una silla de ruedas canina puede ser de gran ayuda, ya sea para el proceso rehabilitatorio o como simple medio de transporte de la parte inmóvil del animal. La mayoría de los perros con silla de ruedas se adaptan muy bien y siguen disfrutando de su vida.

Ortocanis

Ayudas para perros con artrosis

fuente:VenFido

Tratamiento del higroma del codo

El higroma del codo es una enfermedad que afecta principalmente a perros grandes de pelo corto, como los grandes daneses, galgos y dálmatas. En los perros con higroma del codo, un saco lleno de líquido aparece en uno o en ambos codos de los perros. En casos más raros, los higromas pueden desarrollarse en el corvejón. En muchos casos, los higromas del codo no causan dolor o dificultad. Sin embargo, pueden infectarse, lo que puede ser doloroso para el perro y requiere tratamiento. Otros animales susceptibles a desarrollar higromas son los perros que no son muy activos o que se están recuperando de una enfermedad o lesión.

Causas
Los higromas se desarrollan a causa de un trauma recurrente en el codo o codos de un perro. Por ejemplo, descansar de manera constante sobre madera, cemento u otras superficies duras puede causar estrés en la articulación y causar un higroma. Esta condición afecta principalmente a los perros grandes, ya que hay un mayor peso sobre sus articulaciones de los codos cuando están acostados.Hygroma codo

Vendaje
En algunos casos, vendar los codos de un perro puede ayudar a evitar que los higromas empeoren. Los vendajes evitarán el contacto con las superficies duras y a su vez evitarán los problemas causados por el higroma. Además, algunos productos como el protector de codo canino o el protector de rodilla para perro evitarán que el higroma tenga un contacto adicional con el suelo duro. Pregúntale a tu veterinario cómo puedes ayudar a tu perro.

Drenaje
Algunos veterinarios recomiendan que se drene el líquido del higroma con una aguja o con una jeringa. Hacer salir el líquido no se considera un tratamiento eficaz porque la aguja puede causar una infección. Además, el drenaje solo puede mejorar la condición temporalmente. Si el perro continúa acostándose sobre superficies duras, el higroma se irá haciendo más grande, es decir, el drenaje tendrá que hacerse de manera regular.

Cirugía
Algunos veterinarios pueden recomendar una cirugía para tratar el higroma del codo, sobre todo en los casos en los que hay infección o cuando el higroma se haya ulcerado. En cirugía, hay que drenar y eliminar la piel. Ya que los higromas pueden crecer bastante, puede ser necesario hacer injertos de piel para cubrir la zona afectada. La curación de la cirugía tarda aproximadamente un mes, y el perro tendrá que usar una férula durante la recuperación para proteger la zona afectada.

Prevención
La mejor manera de evitar que tu perro desarrolle un higroma del codo, o de evitar que empeore uno ya existente, es proporcionarle al perro una superficie suave para que descanse y duerma. Si no hay un área alfombrada disponible, hazle al perro una cama suave y déjala en el lugar en donde le guste acostarse. En el caso de que el perro esté inactivo porque se está recuperando de una enfermedad o lesión, haz que se levante y se mueva (al menos lo suficiente para que cambie la posición en la que está acostado) varias veces al día.

Escrito por Anna Aronson

fuente: eHow

protector rodilla para perro

La artrosis canina es una enfermedad muy frecuente en los perros. Aparece como resultado de la evolución inevitable de una articulación que envejece o se hace cada vez más frágil debido a un traumatismo o a una malformación. Se trata de una afección muy dolorosa que debe ser tratada de inmediato. Puede afectar a todas las articulaciones del cuerpo, tanto a las que encontramos en las extremidades anteriores y posteriores, como las que forman la columna vertebral. En el caso de los perros senior, lo más común es que este trastorno afecte a varias articulaciones a la vez.

protector rodilla para perroLa superficie articular esta cubierta por un tejido llamado cartílago, que desempeña un papel muy similar a los amortiguadores que encontramos en los automóviles. Además, impide que el hueso subyacente se deteriore debido al frotamiento repetido al que se ve sometido por el continuo movimiento. La artrosis se caracteriza por una destrucción progresiva de este cartílago y por una proliferación ósea anormal en el borde de las superficies articulares conocido como osteofito, también llamados ‘picos de loro’ cuando están ubicados en la columna vertebral. Las articulaciones afectadas pierden elasticidad, provocan dolor e impiden que el animal se mueva con normalidad.

Evolución del deterioro
Por regla general, esta dolencia afecta, en primer lugar, a las articulaciones altas de los miembros: caderas y rodillas, hombros y codos. Los síntomas son más o menos importantes en función del número de articulaciones afectadas. Sin embargo, existe un signo inequívoco que nos hace intuir que el animal está afectado. La cojera suele manifestarse cuando el perro se levanta y se pone en marcha después de permanecer durante mucho tiempo inmóvil.

El dolor incita al animal a evitar el apoyo sobre el miembro afectado y, al verse impedido, deja de correr, y por supuesto, de saltar. Conforme va evolucionando, el dolor aumenta. Al efectuar determinados movimientos, el perro emite pequeños gemidos, incluso es posible que el animal se muestre irascible y tienda a presentar agresividad cuando intentamos manipular la articulación afectada.

En los casos más avanzados, es posible que la articulación quede bloqueada parcialmente, con lo que resulte imposible realizar determinados movimientos. Llegados a este punto, el animal duda a la hora de utilizar la extremidad enferma. Además, esta falta de actividad conlleva un deterioro importante de la musculatura que rodea a la articulación. Como consecuencia, la zona enferma empieza a atrofiarse, con lo que cada vez se complica más su utilización.

Dos tipos fundamentales
Por regla general distinguimos dos tipos de artrosis: la primaria y la secundaria. El primer tipo suele afectar a los animales de edad avanzada y aparece debido al envejecimiento normal que sufren las articulaciones debido al paso del tiempo. De hecho, se trata de un desgaste progresivo e inevitable de los cartílagos articulares. Habitualmente, esta clase de artrosis afecta a diferentes puntos al mismo tiempo.

En lo que respecta a la artrosis canina secundaria, aparece como consecuencia de un factor desencadenante, que hace que la articulación afectada deje de funcionar con normalidad. Por ejemplo, este tipo de artrosis puede aparecer con motivo de un traumatismo -un esguince, una fractura, etc.- o debido a una malformación de nacimiento, como puede ser la displasia de cadera.

Otra causa muy común que provoca la aparición de artrosis secundaria es la obesidad. Si no controlas la alimentación tu amigo puede llegar a tener un peso muy por encima de la media que encontramos en la raza. Las articulaciones no están hechas para sostener una sobrecarga de kilos tan importante, con lo que se deterioran con facilidad. Al contrario de lo que ocurre con la artrosis primaria, la secundaria puede afectar a animales de todas las edades y, por norma general, suele afectar exclusivamente a una articulación.

Emitir un diagnóstico
El diagnóstico de esta enfermedad puede basarse en tres factores: los antecedentes patológicos del animal, el examen de la marcha y la manipulación. A la hora de estudiar el historial, el veterinario deberá tener en cuenta antiguas fracturas articulares, lesiones que el animal haya sufrido hace tiempo, así como posibles esguinces. Al observar la marcha se fijará en si el perro cojea, aunque sea sólo muy levemente y de forma incipiente, ya que la cojera es un síntoma inequívoco de la enfermedad. Finalmente, al manipular la zona afectada es muy posible que el animal de muestras de dolor.

Con frecuencia, la región en la que se encuentra la articulación enferma suele estar algo deformada debido a los osteofitos y a la atrofia muscular que provoca la ausencia de actividad física. Muchas veces se detecta un chasquido característico cuando la movemos. A través del estudio radiológico, el especialista en salud animal podrá determinar la gravedad de la artrosis e instaurar el tratamiento más adecuado. De entre los tratamientos posibles destaca la aparición de soportes especializados para algunas extremidades que pueden combatir de una manera eficaz el deterioro de la calidad de vida del animal. La utilización de estos soportes es efectiva y ha demostrado en paises como los EUA ser tratamientos tan innovadores como exitosos, no obstante deberá consultarse su utilización con el veterinario o fisioterapeuta animal.

Equipo Ortocanis

Científicos británicos lograron revertir parálisis en perros inyectándolos con células extraídas del recubrimiento de su propia nariz.

Todos los animales en el estudio habían sufrido lesiones de la médula espinal que les impedían el uso de sus patas traseras.

Los investigadores de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, se muestran cautelosamente optimistas de que la técnica pueda eventualmente jugar un papel en el tratamiento de pacientes humanos.

El estudio, financiado por el Consejo de Investigación Médica (MRC) y publicado en la revista de neurología,Brain, es el primero que prueba el trasplante en heridas de «la vida real» y no en animales de laboratorio.

Los científicos extranjeros del recubrimiento de la nariz de los animales las llamadas células de la glía envolvente olfatoria (OEC).

CÉLULAS DE LA GLÍA ENVOLVENTE OLFATORIA

La única parte del organismo donde continúan creciendo fibras nerviosas en adultos es en el sistema olfatorio.

Las células envolventes de la glía olfatoria (OEC) se encuentran en la parte posterior de la cavidad nasal y rodean las neuronas receptoras que nos permiten oler y convertir esas señales en el cerebro.

Las células nerviosas necesitan reemplazarse constantemente y esto es promovido por las OEC.

Durante décadas los científicos han pesnado que las OEC podrían ser útiles en la reparación de la médula espinal. Los ensayos iniciales con OEC en humanos sugieren que el procedimiento es seguro.

Éstas fueron cultivadas y reproducidas durante varias semanas en el laboratorio.

De los 34 perros mascota que participaron en el ensayo de prueba de concepto, 23 recibieron trasplantes de estas células en el lugar de la lesión y el resto recibió una inyección con un fluido neutral.

Muchos de los perros que habían recibido el trasplante mostraron considerable mejora y fueron capaces de caminar en una máquina de ejercicio con el apoyo de un arnés.

Ninguno de los animales en el grupo de control logró volver a utilizar sus patas traseras.

Cautela y optimismo

La investigación fue una colaboración entre el Centro de Medicina Regenerativa del MRC y la Escuela de Veterinaria de la Universidad de Cambridge.

El profesor Robin Franklin, biólogo regenerativo del Instituto de Células Madre del MRC y el Wellcome Trust y uno de los autores del informe, expresa que: «nuestros hallazgos son extremadamente emocionantes porque muestran por primera vez que trasplantar estos tipos de células en una médula espinal severamente dañada puede traer una mejora significativa».

«Tenemos esperanzas de que esta técnica pueda lograr restaurar por lo menos una pequeña cantidad de movimiento en pacientes humanos con lesiones de la médula espinal pero eso es algo muy lejano al hecho de que podrían lograr recuperar todas sus funciones perdidas».

El profesor Franklin afirma que el procedimiento podría ser utilizado junto con tratamientos farmacológicos para promover la regeneración de fibra nerviosa y bioingeniería para sustituir las redes neurales dañadas.

Nariz
Los animales recibieron un trasplante de células olfatorias.

Los investigadores afirman que las células trasplantadas regeneraron fibras nerviosas en toda la región dañada de la médula espinal.

Esto permitió a los perros recuperar el uso de sus patas traseras y coordinar movimientos en sus patas delanteras.

Pero no se desarrollaron nuevas conexiones nerviosas de larga distancia como las que se requieren para conectar al cerebro con la médula espinal.

Según los científicos del MRC en humanos esto sería vital para un paciente con lesión en la médula espinal que ha perdido la función sexual e intestinal y el control de la vejiga.

El profesor Goeffrey Raisman, presidente de Regeneración Neural de la Universidad de Londres, quien descubrió las células de la glía envolvente olfatoria en 1985, expresa que «esto no es una cura para lesiones de médula espinal en humanos, lo cual puede todavía ser algo muy lejano».

«Esto no es una cura para lesiones de médula espinal en humanos, lo cual puede todavía ser algo muy lejano. Pero éste es el avance más alentador en varios años y es un paso significativo en el trayecto para lograrlo»

Prof. Goeffrey Raisman

 

«Pero éste es el avance más alentador en varios años y es un paso significativo en el trayecto para lograrlo».

El experto afirma que los beneficios clínicos todavía son limitados: «este procedimiento ha permitido a un perro lesionado que camine con sus patas traseras, pero la gama de funciones mucho más elevadas que se pierden con una lesión espinal, como las de la mano, función de la vejiga, regulación de la temperatura, por ejemplo, son más complicadas y todavía muy lejanas».

Jasper, un perro salchicha de 10 años, es uno de los animales que tomó parte en el ensayo.

Si dueña May Hay me dijo que «antes del tratamiento teníamos que transportar a Jasper en un carro porque sus patas traseras eran inútiles. Ahora anda por toda la casa y el jardín y puede seguir el ritmo de otros perros. Es maravilloso».

Fuente: BBC

La displasia de codo es una enfermedad degenerativa muy frecuente en perros jóvenes. El codo de los perros es una de las articulaciones más congruentes y estables del cuerpo, permitiendo, por su complejidad, dos ejes o grados de movimiento supinación-pronación del antebrazo y, flexión-extensión. Su complejidad viene dada por su composición: articulación humeroradial, humeroulnar y,  radioulnar proximal.

En un principio la displasia de codo era utilizada para describir la no unión del proceso ancóneo (UPA). Actualmente, la osteocondritis disecante (OCD) del cóndilo medial del humero, el fragmento del proceso coronoide (FPC) y, la incongruencia del codo (INC) también se engloban dentro de este término. Cuando en un codo se produce uno de estos defectos de osificación, se origina una inflamación y con el tiempo se desencadena una artrosis en la que se produce la degeneración del cartílago; por ese motivo, todas estas condiciones están comúnmente asociadas a la osteoatrosis de esta articulación y son causa importante de dolor y claudicación de los miembros anteriores en perros de raza grande y gigante como el Pastor alemán, Labrador, San Bernardo, Rottweiler, Mastin Napolitano, entre otras.

De origen genético multifactorial, especialmente en la OCD y en la FPC. Afecta más a los machos que a las hembras y se puede dar de forma uni o bilateral. El componente genético es el que tiene mayor influencia aunque, la aparición de esta patología puede darse también por la alimentación, peso, ambiente, calidad de los ligamentos, mucho ejercicio físico o traumatismos.

Los primeros síntomas pueden darse a los 4-5 meses cuando el perro muestra intolerancia al ejercicio, cojera al iniciar un movimiento o después de un ejercicio prolongado. Hay perros que no dan señales de afección en el codo hasta edades avanzadas donde el proceso de artrosis se encuentra muy evolucionado. Otros consiguen mantener un grado normal de actividad durante toda su vida.

El hecho de realizar un diagnostico radiológico prematuro hace que se pueda instaurar un tratamiento adecuado  y  evita  la formación de artrosis que produce  dolor y limitación funcional del codo durante toda la vida del animal. El diagnostico se puede complementar con pruebas diagnosticas como el TAC o la RNM

La evolución depende del grado y tipo de lesión, pero, generalmente es desfavorable sin cirugía. El tratamiento quirúrgico da buen resultado si aun no se han producido cambios degenerativos en la articulación. En cualquiera de los casos es necesario realizar una buena rehabilitación con el fin de:

  •  Acelerar el proceso de recuperación
  •  Eliminar dolor y inflamación
  • Disminuir la cojera
  •  Mantener y/o mejorar la amplitud de movimiento
  •  Mantener tono, masa y fuerza muscular
  •  Minimizar o enlentecer los efectos de la degeneración articular – artrosis
  •  Evitar compensaciones a nivel del cuello, columna y extremidades
  •  Dar las máximas capacidades para que el animal sea funcional y que este, con una  buena calidad de vida

El tratamiento de Fisioterapia varía en función del animal y del estado de la lesión. Es importante empezar lo antes posible con el tratamiento para que este sea efectivo y, para evitar séquelas como movilidad reducida y/o dolor crónico.

El  animal pasa por diferentes fases hasta su total recuperación.  Es imprescindible conseguir de forma gradual los objetivos marcados. Se da por finalizado el proceso de recuperación cuando el animal es apto para realizar las actividades diarias.

Durante los tres primero días después de la intervención, es importante actuar sobre la inflamación y el dolor y, evitar que aparezca la atrofia muscular y la  disminución del arco articular. Para ello se utilizan técnicas pasivas que reducen la inflamación,  producen analgesia y ayudan a mantener el tono, la masa y el arco de movilidad. Entre estas técnicas hay la  electroterapia (TENS segmental y Electroestimulación muscular), masajes, movilizaciones pasivas y crioterapia (frío).

En perros mayores o perro que no han sido intervenidos los objetivos serán los mismos que en animales que han pasado por una intervención. Es importante eliminar el dolor ya que, con dolor no se puede trabajar.

Es importante des del principio masajear y mover el codo afectado siempre y cuando no haya contraindicación veterinaria y, respetando en el caso de fijación, el periodo de cicatrización y unión de las partes fijadas. El hecho de masajear y mover la zona y la extremidad afectada ayuda a mantener la movilidad, evita la pérdida de masa y tono y trabaja los propioceptores.

 

Una movilización suave combinada con diferentes técnicas de masajes ayudan a disminuir la inflamación y reducir el dolor.

Con el TENS a nivel segmental podemos producir analgesia y disminuir la cantidad de fármacos administrados. Hay animales que tienen intolerancia a ciertos fármacos que producen analgesia y con el TENS se le puede reducir el dolor. El TENS, también se puede usar directamente sobre la zona lesionada o intervenida, siempre i cuando no haya material de osteosíntesis debajo, ya que se podría producirse una quemadura interna.

La Electroestimulación muscular ayuda a prevenir la aparición de la atrofia y a mantener masa y tono muscular. Con los estímulos eléctricos podemos estimular la conducción nerviosa.

Al inicio y al final de la sesión se usa el frío ya que tiene propiedades que actúan sobre la disminución de la respuesta inflamatoria, edema y dolor.

A partir del cuarto día y durante las siguientes dos semanas cuando la inflamación y el dolor han desaparecido es momento de introducir ejercicios activos simples como dar la mano o pequeños paseos con correa para obligar a que el animal haga un apoyo igual con las cuatro extremidades y así, evitar que aparezca una descompensación entre extremidades por no tener un correcto apoyo en el suelo. Los paseos es un ejercicio que se va incrementando la duración hasta la total recuperación.

Una vez se han sacado los puntos se puede introducir el animal en el agua. Se aprovechan las ventajas del agua para mejorar la recuperación. La hidroterapia (underwater treadmill) facilita la estación del animal sin pérdida del equilibrio y, gracias a la flotación, sin tener que soportar todo su peso. Además la flotación permite trabajar animales con dolor óseo y con poca masa muscular. La presión del agua ejercida sobre el cuerpo del animal incrementa la sensibilidad y disminuye inflamaciones y edemas. El trabajo en el agua, cintas subacuática o nataciónse va incrementando a medida que el animal se va recuperando. Además, con el agua, podemos recuperar el patrón motor, aumentar masa, tono y fuerza, trabajar capacidad respiratoria y mantener y/o mejorar movilidad.

Una vez pasada la fase aguda 48-72 horas y sin riesgo de infección ni inflamación, se puede introducir calor que ayuda a elastificar los tejidos, disminuye el dolor y aumenta la vascularización entre otros.

El uso de tablas, platos, pelotas y camas elásticas son importantes para trabajar el equilibrio, la propiocepción y sobretodo la integración de la extremidad afectada.

Es ya en la última fase, a partir de las dos semanas, cuando el perro tiene integrado el patrón de marcha,  se realizan ejercicios para mejorar la calidad del movimiento. Son ejercicios activos más complejos para integrar la extremidad o extremidades afectadas. Con los ejercicios activos y de propiocepción se consigue aumentar el tono, la masa y la fuerza muscular; se trabaja la coordinación y el equilibrio y,  la amplitud de movimiento. Se usan carriles con diferentes superficies, conos, barras, circuitos, subir y bajar escaleras y rampas (escalera con plano inclinado).

Durante todo el tratamiento de recuperación y en animales con artrosis desarrollada es imprescindible disminuir el peso sobre las articulaciones de los codos. Para ello se utilizan arneses especiales de soporte para codos. Además de disminuir el peso, se reduce el dolor y no dificulta el movimiento, el animal se siente más confortable; la articulación está protegida en todo momento de rozaduras y golpes y, ayuda a mantener el propio calor que desprende el animal, lo que conlleva a un alivio de la zona afectada.

En casa se deben tener unos cuidados especiales para los animales que sufren afecciones en los codos.  Estos cuidados son necesarios durante y después del tratamiento:

  • Evitar suelos resbaladizos
  • Evitar rampas y escaleras en los inicios del tratamiento en animales operados y en animales que hagan tratamiento conservador. Una vez rehabilitados se pueden usar rampas para ayudar a subir al sofá y al coche, ya que, es recomendable que no lo hagan solos, podría haber una reincidencia.
  • Es recomendable que descansen sobre superficies blandas y limpias, pero que sean lo suficientemente firmes para ayudar a la incorporación del animal colchón térmico para perros
  • Mantener piel limpia y seca la piel
  • Usar platos especiales a su altura para no forzar las articulaciones de los codos
  • Dieta correcta y control del peso. El sobrepeso perjudica las articulaciones y genera más dolor para el animal

Es muy importante crearles una rutina de ejercicios y entorno para ayudar a mantener el animal confortable y con calidad de vida.

Equipo Ortocanis

 1. ¿Qué es la displasia de cadera?

Es una de las enfermedades más frecuentes en perros, sobre todo de razas grandes.

 

2. ¿En qué consiste la enfermedad?

En un desajuste entre la cabeza del fémur y el acetábulo, es decir un mal engranaje de la articulación de la cadera. La cabeza femoral queda parcialmente fuera del acetábulo y la cadera no puede trabajar correctamente.

  3. ¿Afecta más a unas razas que a otras?

Sí, la displasia de cadera prácticamente no existe en Galgos y sin embargo es muy frecuente en San Bernardo y Mastines. También es bastante común en el Pastor Alemán, el Golden Retriever y el Rottweiler entre otras razas.

 4. ¿Cómo saber la gravedad de la displasia?

Existen varios grados de displasia, pero también hay diferentes maneras de medirlo, la más común es una radiografía que debe hacerse a los perros cerca del año de vida. Esta radiografía debe realizarse en una posición muy concreta y con la musculatura relajada, por eso normalmente es necesario anestesiar al perro.

 5. ¿Cuáles son los síntomas?

Normalmente cojera en perros de 5 a 10 meses pero puede permanecer sin dar problemas durante la juventud y edad adulta y debutar con problemas importantes en el periodo geriátrico. El movimiento hacia los lados de las caderas puede ser también un indicativo de displasia de cadera.

 6. ¿Tiene algo que ver con la artrosis?

Son dos problemas distintos, pero la displasia de cadera, el desajuste de la articulación, puede provocar con el tiempo que esta articulación degenere y acabe padeciendo artrosis en la cadera. La artrosis es lo que duele, sobre todo en edad avanzada. La displasia puede ser en mayor medida la responsable que el perro haya desarrollado la artrosis.

 7. ¿Existe tratamiento?

Hay varios tratamientos, diversas cirugías antes del año de vida y otros métodos como la prótesis de cadera cuando el perro es mayor y ha terminado el crecimiento.

También tenemos tratamientos paliativos como los antiinflamatorios o los protectores de cartílago (condroprotectores). En casos muy graves se puede poner una silla de ruedas canina y el perro sigue andando pero sin soportar la carga de su peso.

Equipo Técnico de Ortocanis.com